México y Colombia:
Evolución de dos culturas al compás del acordeón
Dos naciones, dos regiones separadas geográficamente pero con un paralelismo cultural muy extenso. Tanto en la costa norte de Colombia como en el noreste de México se ha desarrollado un estilo de vida que va al ritmo del acordeón, que encuentra en la música una identidad, una distinción y una voz.
La música vallenata, tanto en México como en Colombia, comienza en las clases populares y desde allí se permea al resto de la sociedad. Los primeros exponentes de esta música se desarrollaron de manera similar a los juglares de la Edad Media, ya que expresaban alguna vivencia personal, un suceso que afectaba a todo un pueblo, incluso compartían el sentir de bienestar o inconformidad de una parte de la población. Esta cualidad también la comparte la música mexicana con el tradicional corrido. Dicho género musical, al igual que el vallenato, se caracteriza por ser un reflejo del pensamiento social, ya sea individual o colectivo.
Para poder comprender con más claridad este estilo musical, es necesario saber dónde se originó. La música vallenata proviene de Valledupar, al norte de Colombia. Hay quienes dicen que el vocablo “vallenato” surge cuando los españoles encontraron una epidemia de mal del pinto entre la población chimila, en Colombia, y compararon sus manchas con las que tienen las crías de las ballenas. En los escritos de algunos cronistas españoles ya se encontraba el uso de este vocablo en referencia a los nativos del valle de Upar. Pero es en los cantos de vaquería, con que los peones de las grandes haciendas acompañaban sus jornadas para recoger y encerrar los ganados, donde nacen los primeros atisbos del vallenato. Estas historias de los peones fueron la base de lo que más tarde se conocería como historias cantadas o narraciones musicales, que actualmente se conocen como vallenatos. Es, a fin de cuentas, en Valledupar, donde esta música encontró su verdadero hogar, donde la asimilaron a sus costumbres y la hicieron grande.
El vallenato auténtico se toca con tres instrumentos: el acordeón, la guacharaca y la caja, cada uno es una aportación de culturas diferentes. El acordeón es la influencia europea, la guacharca lo es de la indígena, y la caja es africana. Cabe destacar que el vallenato está compuesto por cuatro aires musicales: el paseo, el merengue, la puya y el son. En lo que respecta en la tradición mexicana, la música del noreste resalta el uso del acordeón, el bajosexto y el contrabajo, y se aprecia una herencia de la polka, la redova, los huapangos, el shotis y el paso doble.
Tomando en cuenta lo anterior, no hay duda alguna de que el acordeón es el instrumento que sobresale en este tipo de género, lo que llama la atención porque América lo heredó de Alemania, por los colonizadores que conquistaron el territorio. Con el tiempo, los españoles fueron imponiendo distintas formas musicales, estas formas fueron adoptadas por los nativos de las distintas regiones del continente, lo que dio como resultado una mezcla de estilos.
En el vallenato, el modo de tocar el acordeón es fundamental porque requiere usar simultáneamente ambos lados de éste, es decir, los tonos bajos y agudos. Lo anterior caracteriza al acordeonero colombiano, quien con su estilo, logra diferenciar al vallenato de los otros géneros musicales que utilizan acordeón. En Colombia, la forma armónica y rítmica con que el acordeonero maneja los bajos es un factor relevante que distingue a un buen vallenato.
El acordeonero es considerado un músico integral que ejecuta con precisa destreza el sonido del acordeón junto con la melodía de la voz y el ingenio de su inspiración. Este aspecto se puede apreciar en los artistas de ambas regiones. Por el lado colombiano, se distinguen exponentes de este folklore como Emiliano Zuleta Vaquero, Nicolás Elías Mendoza, Antonio Salas, Abel Antonio Villa, Alejandro Duran, Nafer Duran, Alfredo Gutiérrez, Lorenzo Morales, Emiliano Zuleta Díaz, Rafael Escalona, Emilio Oviedo, Luis Enrique Martínez y Tobías Enrique Pumarejo. Dentro de los exponentes mexicanos que dominan estas cualidades del arcordeonero se encuentran Ramón Ayala, Juan Villarreal, Beto Quintanilla, Luis y Julián, Eulalio González El Piporro y, por supuesto, el legendario Antonio Tanguma.
La música norteña no sería la misma sin Antonio Tanguma. Este nuevoleonés fue quien introdujo el acordeón al norte del país, para después abrir paso a lo que hoy se conoce como música grupera y, sin quererlo, aportó el instrumento que el vallenato necesitaba en esta zona para sugir en la sociedad regiomontana.
El sonido del acordeón tuvo una progresión particular en dichas regiones, México y Colombia, rasgo que de cierto modo contribuyó a que floreciera una conexión por el gusto de la música colombiana en México.
La música vallenata se ha extendido a diversos países del norte de América, pero donde se ha desarrollado con más fuerza es en la ciudad de Monterrey, México. Aquí, el folclor del vallenato se conjuga con la tradicón grupera y ranchera propia de la zona, al asimilar a la música colombiana como una música regional.
Actualmente se hace una diferenciación entre el vallenato tradicional y el son romántico o vallenato comercial, en este último se han destacado cantantes como Jorge Celedón e Iván Villazón o el famoso Carlos Vives. Lo mismo sucede en el territorio mexicano, donde se da una reconfiguración de esta música al combinar diversos ritmos. Un ejemplo de esto es Celso Piña y su Ronda Bogotá, quien ha enriquecido esta corriente musical a lo largo de varios años.
Fuente. Eliécer Jiménez Carpio. México y Colombia: Evolución de dos culturas al compás del acordeón. Quehacer Regio, Número 6, Año 2, Agosto 2007.
1 comentario:
hola hermano, te felicito por tu blog, muy bueno, quisera ponerme en contacto contigo para mostrarte mi trabajo musical y compartir musica, saludos!
leexorsist@hotmail.com
gabriel lopez
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