La Música Tropical: Patrimonio cultural intangible de la humanidad


La Música Tropical: Nuestro Patrimonio Músico-Cultural

miércoles, 15 de diciembre de 2021

Se baila así - Rufo Garrido y su Orquesta canta Crescencio Camacho

Rufo Garrido
(1896 - 1980)

Una figura cimera en la música de Colombia, desde las arenas del Caribe...

Se trata de Rufo Manuel Garrido Gamarra, todo un ícono en la música caliente, bailable, que en el tránsito de su vida artística hizo de Barranquilla el escenario natural al haber escrito páginas memorables en los carnavales de aquella ciudad, en Mi Kiosquito de Víctor Reyes.

Este maestro de la cultura popular, saxofonista tenor, hizo del instrumento otro tipo de pincel para dibujar y colorear ideas musicales de hondo arraigo popular.

EL ARTISTA
Uno de los músicos colombianos de mayor expresividad con el saxo tenor. Compositor musical y artesano de oficio (pintor artístico y de brocha gorda). Nació el 14 de noviembre de 1896 en el callejón Garrido, donde estuvo ubicada la panadería de Víctor Manuel Garrido, su padre, de donde la gente bautizaría con el apellido paterno dicha calle; la madre Fermina Gamarra, dedicada a los quehaceres de la casa en el barrio El Espinal.

EL APRENDIZAJE
Autodidacto y en veces se asomaba por la Academia Musical de Eusebio Celio Fernández, donde él pudo cancanear algunas lecciones de gramática musical. Y en la Escuela Salesiana de Artes y Oficios al lado de un sacerdote español se enamoró de los instrumentos aerófonos. Pero el verdadero maestro lo fue Aureliano Tejada Gastelbondo, miembro integrante de la Orquesta Jazz Band Lorduy y saxofonista como él. Después se haría a pulso propio callejeando sones del trópico con bandas de músicas como parte de su escuela formativa con la complacencia del clarinetista Ceferino Meléndez. Tuvo actividad musical al lado de Carlos Gómez Padilla, un agente festivo del 11 de noviembre por su recurrencia a disfrazarse de mujer y con la certeza de que su virilidad no ameritó duda alguna.

Fue miembro de la Orquesta de Juan Pérez, bajista artesano (carpintero) en 1925, liderando la línea de saxofones. Participó en la creación de la Orquesta de Miguelito Herrera, banjista y artesano (peluquero) para la misma época. La tercera orquesta donde participa Rufo Manuel Garrido Gamarra, es la del artesano (peluquero) Domingo Zárate en 1937. El movimiento de artesanos músicos de Cartagena tuvo una gran actividad social y cultural a través de dos escenarios creados por los artesanos y obreros: Salón de Baile Estrella Roja, de clara filiación marxista en el barrio Getsemaní, calle del Carretero, y el Club Libertad en el Playón Grande.

EN LAS VIEJAS SABANAS DEL BOLÍVAR GRANDE
Miembro de la Orquesta del bajista Charles Boutler, músico haitiano asentado en Corozal, luego en Sincelejo, y orquestador de las sabanas de Sucre y Córdoba.

Butler visionario, supo enseguida que Garrido era otra clase de músico. Bastaba verlo emperifollar el saxo como un altar, chupar la boquilla como un pezón tenazmente deseado y soltar las amarras de la improvisación.

Conformó la Orquesta Unión Montería en la línea de viento con el saxo tenor, haciendo las delicias en cada improvisación, su alma de músico mulato daba la sensación de ser un espíritu errante de Nueva Orleans extraviado en el Río Sinú.

INICIOS COMPOSITIVOS
Las primeras composiciones de Rufo pasaron un largo tiempo sin llegar al disco, una de ellas, El Cebú, en ritmo de fandango, compuesto en 1941, ha logrado mantenerse en el gusto de los melómanos y es, quizás, uno de los temas más celebrados. En ese orden de idea, Bahía, una obra con gran influencia del jazz swing, donde Rufo Garrido muestra su sabor y maestría en la improvisación. El saxo tenor es la mediación entre el clarinete y los instrumentos metálicos como: trompeta, trombón de vara y bombardino, de cuyo enlace Garrido se vale para desarrollar los motivos melódicos en los instrumentos de alientos.

El clarinete, saxo tenor como enlace con el trío: trompeta, trombón de vara y bombardino, fue una constante en su esquema instrumental, tanto en lo compositivo y orquestal. Marcó un sonido basado en los aerófonos priviligiando la estructura bandística, escuela formativa de la mayoría de músicos populares colombianos, desde su etapa de músico al lado de Carlos Gómez Padilla "Piquinini" (artesano peluquero), con la Banda Cartagena.

Las primeras grabaciones las realiza en 1950 con Discos Fuentes, bajo el registro de la Orquesta A No. 1 y otras composiciones con la Orquesta Melodía y Orquesta Emisoras Fuentes, donde deja para los acetatos parte de su magisterio.

En 1952 grabaría otros temas para Discos Tropical de Barranquilla: El chinche y La mula, fandangos de rancio sabor placero con reminiscencia al mundo taurino y al escenario prostibular como era la costumbre de la época en la música popular costeña. Esconder el nombre de la dama de la noche o de su cabrón empedernido con la nomenclatura zoológica. Utilizaba la guitarra para confirmar tanto la línea melódica como la armonía para la escritura del score y luego de las partes.

En el año de 1953 conforma su propia orquesta de gran demanda en el Caribe colombiano, principalmente en Montería, Sincelejo, Barranquilla y Cartagena. Entre el mundo festivo novembrino de Cartagena, Ciénaga, Santa Marta y los carnavales de Barranquilla, Rufo Garrido adquirió prestigio y, desde luego, nombre artístico. La Orquesta de Rufo Garrido era de una demanda tal, que su esposa e hijos solo tenían noticias de él por la prensa y el noticiero Informando de Marcos Pérez Caicedo.



La Orquesta de Rufo Garrido (1953) integrada para la época por los siguientes músicos: Ausberto de Ávila y Sabas pacheco (trompetas); El Niño de Ávila (batería); Cristóbal García Vásquez, "Calilla" (bajo); Rufo Garrido, Nicolás de Ávila y Hernando Mendoza (saxofones); Victoriano León Marimón (cantante).

La ñeca y El cebú tuvieron notable divulgación con Discos Fuentes y la Orquesta de Pedro Laza, que catalizaron a Rufo Garrido gracias a la estrategia de Emisora Fuentes. La versión de El cebú con Pedro Laza es la primera grabación del fandango, con los solos del saxo tenor de Garrido en 1956. La sonoridad y prestigio de Pedro Laza y sus Pelayeros tuvieron la base a través de la escritura composicional e instrumentación, se debió a los siguientes músicos: Rufo Garrido, Edrulfo Polo, Manuel Villanueva, Nicolás De Ávila, Clímaco Sarmiento y Lalo Orozco, entre otros.

Con El cariseco, grabado en 1957, ratifica su fuerza expresiva de gran aliento en los pasajes de improvisación, le otorgaba a sus toques un entusiasmo contagioso y directo en el bailador. El tema El cariseco tuvo el respaldo de Pedro Laza y sus Pelayeros. Él hizo del instrumento un motivo identitario que el público gozaba al saberse que ese toque tenía nombre propio, el gran Rufo Garrido.

Grabó el mapalé Te con ten de Dionisio Páez (artesano: albañil y carpintero), donde la función rítmica soporta toda la construcción compositiva, apoyado en la tumbadora, güiro, maracas y el timbal, acentuando la parte percutiva en el cencerro con Clodomiro Montes, el popular "Puerto Rico". Sobre el tema en mención, se habla de un ritmo creado por Rufo Garrido, el teconté, que populizaría Crescencio Camacho. Otro tema en ese ritmo es Cuando te vayas. Mujer, ron y pastel, de Rosendo Martínez, en ritmo de fandango, lo graba Rufo con su orquesta, cantando "El Pibe" Isidro Velazco, dándole ese toque frenético en la marcación del 6/8 con acentos rápidos en el redoblante y los matices tímbricos de saxo tenor y bombardino para darle sabor a plaza y al mundo de los manteros pueblerinos.

El porro Diciembre 24 cantando Tony Zúñiga, expone la complejidad de dicho ritmo por su sincretismo musical y pasajes acompasados que remiten auditivamente a elementos contradancísticos. Dos movidas guarachas en la voz de Tony Zúñiga y composición de "El Pibe" Velazco, Mire usted y Con la lengua afuera, canta El Poly Martínez, con la orquestación de Rufo Garrido.

El debut musical del cantante Crescencio Camacho fue con la Orquesta Danubio Azul en Sincelejo, gracias a Rufo Garrido que era integrante de la agrupación. Camacho inmortalizó con su sandunguera voz temas orquestados por Rufo Garrido, entre ellos: Falta la plata a dúo con "El Pibe" Velazco, Que toque Rufo, Pachito te coge el toro, El queso, La carestía, Catana, No tengo la culpa, Cuando te vayas y La cumbiamba.

Entre otros cantantes de la Orquesta de Rufo Garrido, figuran: Campo Elías Medrano, Carmen Elguedo y Eliseo Herrera, que con sus voces dieron a conocer un catálogo compositivo del excelso tenorista bastante amplio y soportado en el archivo de SAYCO, entre sus obras: A la luna, amor con tambor, Ángeles somos, Arriba de la loma, Dos mantazos, El amigo, El arranque, Ese es mi disfraz, Con antifaz, Viva noviembre, La cumbia me gusta, Mapalé musical, María Manuela, Mi palenquera, Fiesta en Cartagena, Mi tití colorao, Arroz con cangrejo, Bocachica, Brincando el carro, Cara e piedra, El mochilero, El gallo flaco, Lamento negro, Las brujas son, Ñeque en totuma, No quiero zorra y Tráete media, entre otras composiciones.

El músico hizo de la ciudad de Barranquilla el escenario natural de su vida artística, dando la sensación que tuviera un contrato de exclusividad en Mi Kiosquito, donde se inmortalizó como un actor carnavalero amenizando los bailes de la Arenosa. El sonido alegre, entre duro, áspero y fluido en su expresividad le otorgó merecida fama en toda Colombia. Su estatura física de un metro con ochenta corrió paralela a su gloria artística siempre. Barranquilla, la ciudad y su gente lo acogieron como suyo, un verdadero ícono de la música costeña.

El talento creativo de Garrido se muestra en todo su esplendor cuando en los carnavales de Barranquilla en 1961 se aventura a mostrar a una cantante invento suyo, en el tema La palenquerita, haciendo su debut en Mi Kiosquito con Ceferina (Salinas o Cáceres, sus apellidos), y luego grabaría con ella, siendo la novedad.

La palenquerita (en ritmo de mapalé) la estrena en Mi Kiosquito donde él era el número uno en la exigencia de bailadoras y bailadores que lo escogieron y aclamaron siempre como el músico de sus predilecciones. Cabe señalar que, la foto de Rufo con Vicenta Palomino Herrera, mujer nacida en San Basilio de Palenque, marca un hito cuando lleva al escenario artístico a una mujer que nunca pensó en llegar al mundo del disco y dejar un testimonio sonoro de su voz (pregona el dulce de la alegría) y visual a través del documento fotográfico.

El buscapiés, motivo escrito para las fiestas novembrinas, no tuvo límites geográficos y convertido en éxito en los carnavales de Barranquilla, Ciénaga y Santa Marta, donde fue el delirio y su estatura inmensa de músico se incrementaba en cada una de sus composiciones.

Escribió a punta de jarro (saxofón) estupendas páginas musicales como compositor e instrumentista esquisito, músico visceral de ingeniosas creaciones y un gran discurso improvisatorio con el saxofón tenor donde desbordaba imaginación y una alta emocionalidad en su sentir estético. Con él la música costeña adquirió fama y renombre y, poco a poco, con sus aportaciones ayudó a escribir el mapa sonoro de Colombia.

Al maestro Francisco Zumaqué se le esuchó expresar varias veces las sabrosuras musicales del saxo tenor de Rufo Garrido, este reconocimiento de una gloria musical de Colombia pone a Rufo Garrido en su justa dimensión.

Que toque Rufo Garrido era una exigencia del público expectante y un reconocimiento al músico por sus fraseos melódicos, que devino en título a una de sus composiciones.

RUFO EN LA VIDA NOCTURNA
... actor artístico en los oficios musicales de los prostíbulos de Tesca.

La mayor parte de su vida nocturna había trancurrido entre esos seres que se daban a la noche con un frenesí amargo, y mientras él tocaba el saxo podía verlos vomitar o llevarse un cliente a una pieza y despacharlo en tres patadas, regresando para pedirles una canción y recordarle que él era grande y que su garganta venía de alguna vecindad con el cielo. Garrido les creía y los amaba. Amaba además el Viejo Tesca con su molienda de música, sus coloretes de escándalo y sus cuchilleros. Y había pintado las paredes de las cantinas con murales de su propia mano e inocencia. Y cerca de esos murales, las parejas seguían apretujándose mientras el saxo maestro ofrecía perpetuos sones de monte.

AMABA SU FAMILIA
En un cassette, donde Rufo le tocaba el saxo tenor a una hermana que peleaba con la muerte, le cantaba y le decía cuanto la quería... que no se iba a morir porque ese vals que instrumentaba para ella era una manera de devolverla del camino de la muerte a la vida. No te mueras hermana mía, su nombre era Paulina, su hermana menor.

RECONOCIMIENTO
Rufo Garrido es una cifra mayor en la historia de la música popular de Colombia. Que toque Rufo Garrido desde la perpetuidad cuando se encamina el 3 de noviembre de 1980 a encontrarse con sus familiares idos hacia la otra orilla que lo comunica con el oriente eterno en la descarnadura del cuerpo y poner a volar el alma. Vino al mundo de Cartagena de Indias en el mes de noviembre y se fue en el mismo mes en la ciudad que lo viera nacer; hoy su obra compositiva lo mantiene vivo en el imaginario colectivo del pueblo colombiano.
Fuente: Revista Zetta, Marzo 2015.


Se baila así - Rufo Garrido y su Orquesta canta Crescencio Camacho


Con este sensacional tema musical a ritmo de cumbia, que también es legado de la música que antaño tocaban los sonideros de mi ciudad, termino mis actividades de este año en el Blog y espero continuar el año que viene, si Dios me lo permite, aportando mi granito de arena en la divulgación de esta hermosa y maravillosa música. El último año, por cierto.

No me resta más que agradecer al Señor por todas las bendiciones recibidas y a Usted por dedicarle un tiempo a la lectura y escucha del contenido del Blog. Le deseo que tenga una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo en compañía de sus seres queridos.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Vicente Fernández... Una estrella más en el cielo


A la edad de 81 años de edad, Vicente Fernández falleció el día de ayer, 12 de diciembre, a las 06:15 horas en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.

El más grande ídolo de la canción ranchera de los últimos tiempos ahora brillará en el firmamento junto con otros que le precedieron, como Pedro Infante, Jorge Negrete, Javier Solís, José Alfredo Jiménez, Antonio Aguilar y Lola Beltrán, grandes íconos de la canción vernácula mexicana.

Que el Señor colme de fortaleza a su familia para enfrentar esta lamentable pérdida.

He aquí uno de sus recuerdos musicales, con La Internacional Sonora Santanera...


Mi razón - Vicente Fernández y La Internacional Sonora Santanera