La Música Tropical: Patrimonio cultural intangible de la humanidad


La Música Tropical: Nuestro Patrimonio Músico-Cultural

jueves, 22 de octubre de 2020

El ascensor - Orquesta Los Melódicos canta Verónica Rey

Verónica Rey

Una de las máximas exponentes de la música popular bailable es Verónica Rey, cuyo aval es el de haber logrado un éxito de primer nivel con Los Melódicos "La Orquesta que Impone el Ritmo en Venezuela" entre 1969 y 1976, al lado de artistas ya consagrados como Manolo Monterrey, Rafa Galindo, Oscar Santana y Chico "Sensación" Salas.

Nacida en Maracaibo en 1946, se inició en 1965 con la orquesta Super Combo Los Tropicales, en sustitución de su madre Marta Rey. Luego pasó por varias agrupaciones antes de marchar a Caracas, donde laboró en Venevisión como cantante en los programas Diluvio de Estrellas, Ritmo y juventud y Noches de Venevisión, para luego trasladarse a Radio Caracas TV con Renny Ottolina. Ingresó en El Combo Gigante de Renato Capriles y al disolverse éste en 1967, pasó a Los Melódicos.


De la Nueva Ola a la Cumbia

Los inicios profesionales de Verónica Rey fueron con el Super Combo Los Tropicales, en el que la cantante principal era su progenitora Marta Rey, pero no la tomaron en cuenta. Creyeron que era algo como para que se entretuviera la niña. Con ellos se mantuvo dos años, actuando en sitios estelares como el Hotel del Lago; después se fue a Caracas con la agrupación de Willy Pérez en un night club; la vocalista hace hincapié en ese hecho, haber sido cantante hasta de esos lugares. Verónica Rey acota: "Cuando ingresé a Los Melódicos no tenía idea de cómo cantar cumbia, ya que lo mío en el Súper Combo y con Willy Pérez era la música moderna, 'Despeinada' y esas cosas de lo que llamaban Nueva Ola. Me costó mucho entrar en ese tema de la cumbia. Lo primero que grabé fue Carmen de Bolívar y yo decía: 'a mí no me gusta esa canción'; y Renato Capriles manifestó: 'Eso es lo que va a grabar, si lo monta bien y si no, también'.

La canción generó una anécdota muy graciosa. La primera vez que fui a Colombia con Los Melódicos el tema estaba pegado en las emisoras de Santa Marta, Barranquilla y Cartagena; nos tocó alternar con Lucho Bermúdez, a quien pregunté quién era la persona de la que creía estaba dedicado el tema. El maestro se sorprendió y luego soltó una carcajada, indicándome que Carmen de Bolívar era el pueblo donde él había nacido.

Con los viajes Verónica Rey aprendió lo que es Colombia, su geografía, su gente, hasta el punto que dicen que es la máxima representante de la música bailable de esa nación".



Recuerda a Renato Capriles

A su llegada a Los Melódicos, Verónica Rey se topó con su creador y director general, Renato Capriles, de quien decían que era muy exigente. Renato no sólo atendía los asuntos inherentes al aspecto musical. "La primera vez que yo iba a viajar a Estados Unidos con Los Melódicos nos citó un día antes, a las 10:00 de la mañana en la oficina de la orquesta. Creíamos que iba a haber un ensayo, mas no fue así; nos dio un taller de cómo debía ser nuestro comportamiento en el avión y en el hotel. Él no permitía que anduviésemos con escándalos. Nos decía: 'Tenemos que respetar a las demás personas'. Con Renato estuve dos años con El Combo Gigante, luego me pasó a Los Melódicos y más tarde permanecí tres años en Los Solistas. Fue un gran maestro. De todas las orquestas de la época las de mejor conducta fueron las nuestras".

Un recuerdo de Luis María Frómeta "Billo"

Del maestro de la Billo's Caracas Boys guarda una anécdota: Estando una vez en la Feria Internacional de San Sebastián se levantó molesto y se dirigió a la tarima, cuando aún no nos habíamos bajado. Nos reclamó el haber tocado siete veces La Danza de la Chiva, que estaba súper pegada en San Cristóbal. Billo expresó: ¿Qué le pasa a ustedes? Tienen esto convertido en un ring de boxeo y tú..." refiriéndose a mí, "eres la culpable" (Risas).

Recuerdos de los carnavales

"En cualquier sitio que nos presentábamos, en Venezuela o en Colombia, la orquesta tocaba los siete días de la semana con todos los lugares techados con las entradas agotadas y los de al aire libre abarrotados hasta más no poder".
Fuentes:
1. Semprún Parra Jesús Ángel y Hernández Luis Guillermo, Diccionario General del Zulia Volumen 1, Sultana del Lago Edit., 2018.
2. Revista Todasadentro, No. 699, febrero 2018, año 14.


miércoles, 21 de octubre de 2020

Amalia Batista - Lobo y Melón

Lobo y Melón

Grandes personajes de la música, orgullosamente mexicanos, aunque muchas personas creían, al escucharlos, que eran cubanos porque en ese tiempo llegaron a nuestro país bastantes artistas y músicos de Cuba, además por el estilo de música que tocaban en el género afroantillano.

Pero grata era la sorpresa al saber que ambos eran mexicanos. Carlos Daniel “Lobo” Navarro, un gran percusionista y Luis Ángel Silva “Melón”, con un gran estilo propio para el canto, haciéndose acompañar en diferentes épocas del grupo por Mario “Cholito” González y Ángel Romero Donís "el chamaco Ángel" en los timbales, Mauro Enrique “Gallina” Chávez al piano, Andrés López Montenegro "Mucha Trampa" y Crescencio Paredes Guzmán “El Pajarito” en el bajo, Manuel Osorio (también se le conoce como Manolo Güido) "el Perrote" en la trompeta, Luis Ortega y Ángel “El Cucarachito” Martínez, entre otros.


La idea surge en el paradisíaco puerto de Acapulco, en el año de 1958, cuando Lobo le transmite la idea a Melón, después de terminar una actuación que tuvo en la agrupación musical donde en esos momentos tocaba y que se llamaba “Batamba”. El nombre no fue difícil de decidir, pues usaron sus sobrenombres o apelativos y que eran el de: Lobo y Melón, por lo que así se haría llamar artísticamente desde ese momento y para siempre en la historia de la música tanto en México como en el extranjero, donde tuvieron grandes éxitos con sus grabaciones como en sus presentaciones personales.

Lobo y Melón encarnaron unos años el clímax de la furia tropical y romántica que por décadas, y aun por siglos, había llegado a México proveniente de Cuba. Lobo era moreno y delgado, de perfectas orejas, barba cerrada y unos labios gruesos, sensuales, en medio del rostro largo y fino; tenía las cuencas profundas y los ojos grandes, subrayados en su expresión melancólica por unas pestañas tan largas y rizadas, que le sombreaban los pómulos. Melón era blanco, con una pinta de amateur que no se borraba de su apariencia ni cuando cobraba, pero era el arreglista del conjunto, el compositor y el empresario, la parte sobria, madrugadora, de aquel barco nocturno, borracho de rumba y fandango.

 
El mismo año de 1958 graban su primer disco L.P. que sale a la venta en junio de 1959, que incluía temas como: “No hay negocio”, “Margarito”, “El cumaco de San Juan”, “África” y “La bola” y el tema que todos consideraron como el patito feo o el llamado “de relleno”, fue el tema que les dio el gran éxito que buscaban, pero que nunca esperaron que fuera tan rápido y directo como lo lograron con “Amalia Batista”, esta canción de inmediato se colocó en los primeros lugares Este primer L.P. vendió un millón de ejemplares, obteniendo el cotizado Disco de Oro. De ahí en adelante siguieron una muy buena serie de éxitos que cubrieron casi toda la década de los sesenta.

En su primera presentación como Lobo y Melón, asistieron la gran señora Celia Cruz (Q.E.P.D.) y su inseparable esposo Pedrito, que era el que dirigía la orquesta que acompañaba a Celia en sus presentaciones, siendo todo un acontecimiento para Lobo y Melón.

En 1961 se internacionalizan, gracias al tremendo éxito de “Amalia Batista” y se presentan en Los Ángeles, California, con mucho éxito por lo que recorren diferentes lugares de California; en el año de 1964 logran llegar a presentarse en Nueva York y Chicago, gracias a que el empresario, músico y productor Chico Sesma, los firma para promoverlos en Estados Unidos.

Buena parte del éxito y relevancia de Lobo y Melón, se debe a la creación y consolidación de un estilo muy propio que se basa en el uso de sílabas por parte de los cantantes para sustituir a los metales. A este recurso musical se le dio el nombre de "chúa-chúa", así como en el campo del jazz se le llama "scat". Si bien Lobo y Melón no lo inventaron como recurso musical, sí fueron los primeros que basaron su sonido y su estilo en esta sabrosa manera de garigolear la melodía.

Tuvieron la dicha de alternar con Tito Puente, Machito, Mongo Santamaría, Johnny Pacheco, Tito Rodríguez, Vicentico Valdés, El Gran Combo y La Sonora Ponceña, entre otros. Entre sus más sonados éxitos están, desde luego “Amalia Batista”, “Niebla del riachuelo”, “Cosas del alma”, “En un bote de vela”, “Óyeme Cachita”, “La sitiera” y muchos más.

Se presentaban regularmente en muchos teatros y centros nocturnos de la capital mexicana, como el Teatro Blanquita, el Lírico, el Esperanza Iris, el Manolo Fábregas y el cabaret La Fuente en Insurgentes Sur. Durante cinco años actuaron todos los días sin interrupción en la XEW y la XEQ.

Lobo y Melón es el único conjunto mexicano de música afroantillana que ha trascendido de verdad internacionalmente. Avasallaron con todo lo establecido en ese género musical en México, y en Estados Unidos obtuvieron un triunfo arrollador sólo comparable con estrellas de ese momento, actuando en sitios famosos como El Palladium de Hollywood o de Nueva York, el Habana Club y el Virginia Club de los Ángeles, el Thunderbird de Las Vegas, el Mirador Club de Chicago o el Copacabana Club de San Francisco.


En 1971, Lobo y Melón se separaron, circunstancia que marcó el inicio de una carrera como solista de Melón.

Por un serio altercado con el entonces oscuro y conflictivo líder del Sindicato de Músicos, Venus Rey, quien le cerró las puertas de todas las fuentes de trabajo, a Melón no le quedó otra opción que marcharse a Estados Unidos para ejercer su carrera de cantante en solitario, la que  realizó exitosamente.

El 8 de febrero de 2016 dejó de existir Luis Ángel Silva “Melón” a los 85 años, a causa de un infarto, en la ciudad de México.
Fuentes:
1. https://www.elsoldehidalgo.com.mx/analisis/lobo-y-melon-4932364.html
2. Un grande de la salsa, en la sección Aquel Ayer, por Ramón de Flórez en la Revista Interjet, Agosto 2016.
3. Figueroa Hernández Rafael. Salsa mexicana Transculturación e identidad musical. Biblioteca Digital de Humanidades. Universidad Veracruzana. 2017.


martes, 6 de octubre de 2020

Desesperadamente - Lecuona Cuban Boys canta Fernando Torres

Lecuona Cuban Boys

Mucho se puede decir de la Orquesta Lecuona Cuban Boys, la que en sus comienzos se llamó simplemente Orquesta Ernesto Lecuona, aunque Ernesto Lecuona nunca la dirigió ni siquiera tocó en ella. Sí, tuvo su nombre, por el hecho que los músicos que la integraban, en un momento tuvieron el deseo de homenajearlo como gran exponente de la canción Cubana y como el amigo que tanto la apoyaba. Mientras Lecuona estuvo de alguna forma a ella vinculado, durante los espectáculos hacía un concierto en la primera parte, junto a su hermana Ernestina, al igual pianista y compositora. En la segunda parte, entonces, venía la orquesta, ejecutando, por supuesto, varias páginas de su autoría.

El núcleo inicial de la orquesta fue una derivación de otro conjunto, la Orquesta Los Hermanos LeBatard-Palau, alrededor de 1930. Algunos de los componentes de ésta, tuvieron en cuenta establecerse con una agrupación orquestal propia. Fueron ellos Armando “Fichín” Oréfiche (director, arreglador, compositor y pianista) y los hermanos Agustín (cantor y percusionista) y Gerardo Bruguera (sax-tenor y clarinete), que a su vez salieron a buscar a Ernesto “Jaruco” Vázquez y a los demás instrumentistas.

El nuevo conjunto fue denominado Orquesta Encanto, mismo nombre del recién inaugurado teatro de La Habana , donde en 1931 ocurrió su estreno. El éxito fue extraordinario desde el principio. Entonces ya Ernesto Lecuona disfrutaba de enorme prestigio, estando en Hollywood a escribir las músicas de la película  “The Cuban Love Song”, de MGM, que tenía como principales expresiones protagónicas al barítono americano Lawrence Tibbett y a la  mexicana Lupe Vélez. Aún lejano, Lecuona tuvo conocimiento del triunfo de la Orquesta Encanto, a través de su ya nombrada hermana Ernestina, ferviente admiradora del grupo.

Es aquí cuando Lecuona regresa a La Habana que de inmediato se acerca a la Orquesta, haciéndose muy amigo de los integrantes y comenzando las actuaciones conjuntas, incluso por las Provincias Cubanas. Es en ese momento que se produce el cambio de nombre de Orquesta Encanto a Orquesta Ernesto Lecuona.
Fuente: recuperado de internet.

viernes, 2 de octubre de 2020

Abran rueda - Juan Piña y sus Muchachos

Juan Piña

Juan De la Cruz Piña Valderrama, es su nombre de pila. Nació el 18 de junio de 1951 en el barrio San José de San Marcos, caluroso municipio perteneciente al Bolívar Grande, acariciado por el río San Jorge y por la Ciénaga de San Marcos.

Su primera grabación la hizo cuando tenía 10 años. Cantó a dúo con su prima Elvira el tema "Abran rueda", bajo el respaldo de la Orquesta de Juan Piña y sus Muchachos, dirigida por su padre. Años después se vinculó a la Orquesta Los Hermanos Martelo, con sede en la Capital de la Montaña, y empezó a crecer como cantante.

Estuvo en esa colectividad de 1969 a 1975. En ese año decidió independizarse musicalmente y, con su hermano Carlos, creó La Revelación, el combo con el que marcaría una época brillante nutrida de éxitos que conquistaron a los amantes de la música tropical, no sólo de la costa sino de Colombia y otros países.

"El emigrante latino", "El pilón", "Baila Simón", "La rama del tamarindo", "Amanecí llorando", "Graciela", "La canillona", "Luna barranquillera" y "La tumba catre" fueron algunas de las muchas canciones que lo llevaron a ocupar un lugar protagónico en el alma de una generación amante de la música popular colombiana.

Con algunas de esas canciones salió triunfante en el Festival de Orquestas, en cuatro ocasiones, obteniendo el Congo de Oro, en el ya desaparecido coliseo cubierto Humberto Perea. Fueron jornadas pletóricas de sabor, que se quedaron eternizadas en su memoria.

Hoy, Juan Piña tiene la seguridad, más firme que nunca de que seguirá cantando hasta que Dios le dé fuerza.
Fuente: por fausto Pérez Villarreal en la Revista del Carnaval de Barranquilla 2020.

Disfrute su primera grabación con la orquesta de su señor padre: "Abran rueda".