La Música Tropical: Patrimonio cultural intangible de la humanidad


La Música Tropical: Nuestro Patrimonio Músico-Cultural

miércoles, 27 de marzo de 2019

martes, 26 de marzo de 2019

lunes, 25 de marzo de 2019

Cumbia de la paz – Chico Cervantes y su Conjunto Internacional

En esta cumbia que tuvo gran éxito en mi ciudad y que es infaltable en el repertorio de quienes gustamos de ella al ser un clásico, el gran compositor José Barros proclama el origen étnico indígena de la cumbia colombiana que, en su opinión, carece del componente africano que muchos le atribuyen en su conformación.

En una entrevista que le realizaron en 1978 –de la cual muestro un extracto más adelante- el laureado personaje describe el “ritual sublime de los Pocabuy en la rueda de la cumbia” y argumenta, además, su posición respecto a su negativa de otorgarle a la cumbia la parte africana de su paternidad.

La cumbia es la hija del País de Pocabuy

“Para hallar el origen de la cumbia es indispensable mencionar la lejana existencia del ‘País del Pocabuy’ (tierra de lagunas), integrado por los pueblos Chilloa, Chimichagua, Chiriguaná, Guataca, Menchiquejo, Tamalacué (hoy Tamalameque), Sampayón (hoy El Banco), Guamaje, Saloa, etcétera.

En ese inmenso territorio las tribus chimilas y pocabuyes realizaban un ritual religioso, siempre nocturno, para despedir al más allá a sus caciques. Se formaba un círculo de hombres y mujeres alrededor del muerto, quedando la india a la derecha de su parejo.

Al sonar una triste melodía y golpes de percusión, empezaba la danza ritual, de derecha a izquierda para simbolizar el viaje infinito, con cantos hechos murmullo. La mujer llevaba una luz en la mano para representar su fiel y amorosa compañía al hombre e iluminarle el camino eterno”. En esta forma José Barros le niega a la cumbia cualquier ancestro africano.

“Si lo tuviera, existirían manifestaciones de cumbia en algún lugar de ese continente, pero no es así. Tampoco existen en Estados Unidos, que recibió la mayor cantidad de negros africanos, ni en Cuba, Brasil, Santo Domingo o Puerto Rico.

Es más: ni siquiera se desarrolló en otras regiones colombianas que recibieron inmigración negra, como la Costa del Pacífico. A esto agregaría yo, que el negro es mal bailador de cumbia y en cambio muy diestro en el mapalé, el cual tiene contorsiones y arrebatos corporales de que aquella carece”.

Ni cree en el parentesco semántico entre cumbia y el vocablo africano cumbé. “Hace veinte años uno de esos patriotas defensores de nuestro folclor pretendió quitarle la paternidad colombiana al bambuco y dársela al África porque bambuco, según decía viene de bambú.

Que haya unas palabras parecidas a cumbia no es suficiente para catalogarla como africana. Fíjese en el merecumbé que se inventó Pacho Galán, diciendo que es una fusión de merengue y cumbia, y que no tiene asomos de merengue ni de cumbia”. Rechaza también la actualidad de la cumbia cantada. “La cumbia es ritual y no existe ritual sin palabras. Su letra entonces, nació en el idioma de los indios para referirse a la importancia (de) las actuaciones de los caciques y se prolonga en nuestros días para enaltecer la labor de las gentes del pueblo o la belleza”.
Fuente: https://revistadiners.com.co/archivo/54242_se-acabo-la-cumbia/

Sea como sea, las percusiones de esta cumbia son fantásticas y le invito a que la disfrute con la fabulosa voz de César Castro en su interpretación.

Cumbia de la paz – Chico Cervantes y su Conjunto Internacional
 

viernes, 22 de marzo de 2019

Aquellos ojos verdes - Adolfo Utrera

En la década que va desde 1920 a 1930, el bolero se venía interpretando únicamente en las guitarras de los trovadores de Oriente. El primer intento que se hace para crear los boleros en piano es del compositor y pianista cubano Nilo Menéndez quien se enamoró de Conchita Utrera, una hermosa cubana de ojos claros, la misma noche que la conoció y le compuso una línea melódica, pidiéndole después al poeta Adolfo Utrera, hermano de Conchita, que le pusiera letra, sugiriéndole el tema. Así nace el primer bolero moderno titulado Aquellos ojos verdes, junto al tenor cubano Adolfo Utrera y dedicado a Conchita Utrera.

Fueron tus ojos los que me dieron
el tema dulce de mi canción,
tus ojos verdes, claros, serenos,
ojos que han sido mi inspiración.

Aquellos ojos verdes de mirada serena
dejaron en mi alma eterna sed de amar,
anhelos de caricias, de besos y ternuras,
de todas las dulzuras que sabían brindar.

Aquellos ojos verdes serenos como un lago
en cuyas quietas aguas un día me miré,
no saben las tristezas que a mi alma le dejaron
Aquellos ojos verdes que ya nunca besaré.


La primera grabación de Aquellos ojos verdes fue hecha por el sello disquero la Columbia Records en el mes de junio de 1930 en la ciudad de Nueva York con la interpretación de Adolfo Utrera y acompañado a cuatro manos y dos pianos por el maestro Ernesto Lecuona y Nilo Menéndez.

Fue el primer bolero cubano de trascendencia internacional, sobre todo cuando lo grabó en el año de 1941 la Orquesta de Jimmy Dorsey teniendo como cantante a Bob Eberle y a Helen O´Conell.

Esta importante pieza musical fue grabada también por otras grandes voces del mundo, tales como: la Orquesta de Don Aspiazu con el cantante Chick Pullacek, el tenor Juan Arvizu, Nat King Cole, Pilar Arcos, Rita Montaner, Esther Borja, Alfonso Ortiz Tirado, Bobby Breen, Rosita Fornés, Luis Gardel, Los Panchos, los tenores Alfredo Kraus y José Carreras, Alfredo Sadel, las orquestas de los Hermanos Dorsey, Ray Conniff y muchos más.

Sobre el bolero Aquellos ojos verdes, César Portillo de la Luz le ha dicho al profesor e investigador musical cubano Radamés Giro, lo siguiente: Se amplían las posibilidades melódicas del bolero, sin que el género perdiese la atmósfera que lo identificaba, por lo que comienza su verdadero proceso de modernización... La pieza... resultó un éxito mundial... La innovación aparecida en esta obra fue el resultado de la influencia recibida del impresionismo musical francés, que había pasado a los Estados Unidos... 

 Nilo Menéndez

Nilo Menéndez Barnet nació en Matanzas, Cuba, el 27 de septiembre de 1902. A mediados de los años 20 trabajaba como pianista acompañante de las películas silentes en el cine Velasco de su ciudad natal. Vivió en La Habana hasta el año 1924, cuando viaja a la ciudad de Nueva York en busca de mejores horizontes. El pianista y compositor de origen español José Lacalle, Director Musical de la sección latina de la Columbia Records, le consiguió trabajo en esta como pianista.

Era amigo del tenor cubano Adolfo Utrera, y vivían en el mismo edificio. Cuando la hermana menor de Adolfo, Conchita, fue a pasar una temporada con este, entre ella y Nilo se creó una corriente de simpatía que inspiró el famoso bolero Aquellos ojos verdes en el año de  1929.

Nilo le cuenta al periodista Juan J. Remos en una entrevista que este le hiciera y se publicara en El Diario de las Américas el 9 de noviembre de 1977 los detalles de la inspiración del bolero Aquellos ojos verdes: Corría el año de 1929 y me encontraba yo en la ciudad de los rascacielos. Allí conocí a Conchita Utrera, una bella cubanita, rubia natural, de ojos claros, que escribía versos y recitaba magistralmente. Yo también soy poeta y como fulminado por un rayo de pasión por sus bellos ojos, caí loco de amor por ella, y ella también se enamoró de mi. Y agrega lo siguiente: Esa mujer que tocó mi vida, breve pero intensamente, regresó a La Habana y jamás la volví a ver.

Nilo trabajó con la orquesta de Anson Wecks en Peaxoxk Courrt de Mark Hopkins Hotel de San Francisco, junto a Xavier Cugat.

Se marcha a Hollywood y acompaña a Tito Guízar en sus giras y graba Mis tristezas, y también graba con el cantante mexicano Guty Cárdenas Aunque no pueda vivir sin ti. Y sus últimas actuaciones profesionales fueron en el año 1960 en la ciudad costera de Ocean Shores de donde pasó a Palm Spring, en California con los Guadalajara Boys y tocó dos años y se retiró para irse a la ciudad de Aberdeen en las cercanías de Washington, donde falleció el 15 de septiembre de 1987.

Sus cenizas fueron trasladadas a la ciudad de La Habana en diciembre de 1990 por su sobrina la cineasta Perla Negrete.

Nilo fue un caso curioso entre los compositores cubanos, siempre compuso fuera de Cuba.

 Adolfo Utrera

El otro protagonista de esta hermosa canción fue Adolfo Utrera. Nació en La Habana, 28 de mayo de 1901. Fue el mayor de diez hermanos y muy pronto tuvo que enfrentarse a la vida pues su padre murió en 1922. Tomó clases de canto en La Habana y después con una profesora chilena en Nueva York. De diciembre de 1926 a noviembre de 1931, menos de cinco años, grabó 126 discos para la Columbia, sin contar algunas otras grabaciones con distintos artistas. Entre ellas está la histórica de Aquellos ojos verdes, canción de la que escribió la letra, con música de Nilo Menéndez. Adolfo era poeta y dedica esta canción a los ojos de su hermana menor Conchita, que pasaba una temporada en Nueva York, con él. Por razones desconocidas se suicidó, tronchando una promisoria carrera, en Nueva York el 3 de diciembre de 1931.

 Conchita Utrera

De Conchita Utrera, hermana de Adolfo Utrera, fuente de inspiración para la creación del bolero Aquellos ojos verdes, se sabe muy poco. Era poetisa y cantante. Visitó Nueva York, donde hizo algunas grabaciones a finales de 1929 y comienzo de 1930, dedicándose después a la poesía.
Fuente: Historia del Bolero I

Disfrute la grabación original de Aquellos ojos verdes, en la voz de Adolfo Utrera y con el acompañamiento en los pianos de Nilo Menéndez y Ernesto Lecuona.

Aquellos ojos verdes - Adolfo Utrera

miércoles, 20 de marzo de 2019

lunes, 18 de marzo de 2019

viernes, 15 de marzo de 2019

jueves, 14 de marzo de 2019

Santander de Batunga - La Charanga del Caribe

La Charanga del Caribe

Este  grupo se inició a fines de 1960 y es uno de los grupos conocidos en Argentina.

Introdujeron una original formación orquestal con piano, contrabajo, guitarra eléctrica, dos tumbadoras y güiro. Lo lideraba el colombiano Coco Barcala (nombre real Antonio Darío), su voz principal, que ejecutaba además timbaleta y tumbadora. Tuly Márquez (Juan de Dios Márquez), portorriqueño, tocaba tumbadora, quinto y conga, y también cantaba. El peruano Panamito (Alejandro Jibaja Molero) se encargaba del güiro y cantaba. Míguez (Miguel Salas del Valle) era el guitarrista y ocasional vocalista. El bajista era Fredy (Alfredo Skuza ), alemán radicado en Argentina, considerado como el primer ejecutante de bajo electrónico en el país. Completaba el grupo Pellegrino (Juan Carlos Cristóforo), con una bien ganada fama de excelente pianista de temas tropicales.

Una característica de la Charanga del Caribe fue la interpretación de los ritmos bailables de distintas naciones latinoamericanas, respetando los estilos de sus propias orquestas.

En poco tiempo fueron adquiriendo renombre a través de contínuas presentaciones en locales nocturnos, especialmente en los por ese entonces muy cotizados “Nigth Clubs” de la zona norte de Capital y Gran Buenos Aires. Llegaron luego las presentaciones en Nueverama, en Canal 9, y en los Sábados Circulares que conducía Nicolás Mancera en Canal 13. En los carnavales de 1962 fueron uno de los grupos más buscados, actuando no solamente en Buenos Aires, ya que realizaron giras por varias ciudades del interior.

Comenzaron a grabar en CBS, con un simple que incluía “El aguacerito” y “Al amanecer”, tema este que fue su primer gran éxito. Siguió otro simple, “Panameña” y “Momposina”, prosiguiendo luego  una serie de EPs y LPs registrados en los años sucesivos. Con “Santander de Batunga” batieron records de venta en 1964. Otros temas exitosos fueron “Brisas del mar”, “Vamos pa’l cumbión”, “A mover el esqueleto”, “Los tiburones”, “Paisaje de cumbia”, “Flauta e' caña”, “Platos voladores”, “Batijugando”.

Con el paso de los años hubo cambios en la formación, que incluyeron el alejamiento de Coco Barcala para actuar como solista. Sin repetir el suceso de los sesenta continuaron actuando y Barcala retomó la dirección de la agrupación, con la que sigue realizando presentaciones en la actualidad.
Fuente: http://www.universalmedios.com.ar/calidad-de-vida/actualidad/que-sabe-usted-de-la-charanga/

Santander de Batunga - La Charanga del Caribe

miércoles, 13 de marzo de 2019

Pachito Eché - Alex Tovar y su Orquesta Ritmo del Hotel Granada canta Jorge Noriega

Alex Tovar
1907 - 1975

Wolfano Alejandro Tovar García, Alex Tovar, nació en la ciudad de Bogotá el 24 de mayo de 1907.

Hijo del músico Ismael Tovar y de Ernestina García, desde muy niño dejo traslucir sus excepcionales cualidades para la música. A la edad de nueve años realizó su primer concierto de violín. Tiempo después interpretó con magistral sensibilidad piano, trompeta, clarinete, saxo, violín, contrabajo y otros, es así que en su juventud fue nombrado como "Hombre Orquesta".

Su vida artística le permitió ser maestro de varios interesados en la música. Viajó por diferentes países de Latinoamérica, acompañando como figura de primer plano al maestro Efraín Orozco. En Berlín hizo parte de la Sinfónica interpretando el violín y en Colombia se desempeñó como concertino.

Realizaba presentaciones en el famoso Hotel Granada de Bogotá (1948), en donde dirigía la Orquesta Ritmo, con la que consagró con resonancia su inmortal obra "Pachito Eché", tema dedicado al señor Francisco Echeverri Duque, propietario del lugar en mención. Este tema fue grabado por muchas orquestas nacionales e internacionales, entre ellos Benny Moré con Pérez Prado, Celia Cruz con Tito Puente, Lucho Bermúdez y Dámaso Pérez Prado.


Al radicarse definitivamente en Bogotá, ingresó a la Orquesta Sinfónica Nacional. Y ocupó la presidencia de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, SAYCO, por varios periodos.

El maestro Alejandro Tovar, además de haber creado el porro "Pachito Eché", fue músico genial, por sus arreglos y guiones melódicos, orquestaciones e instrumentaciones. Entre sus obras, la mayoría inéditas en cumplimiento de su voluntad, se destacan "Impuesto de soltería", "Romanza de amor" y la sinfonía "Atardecer en Patiasao". En todas estas obras se destaca su elegancia, universalidad y espíritu cultivado en Europa, donde aprendió alemán, ingles, francés, italiano y ruso.

"Pachito Eché" fue una de las ultimas obras que el maestro Tovar escuchó ya que tres días antes de su deceso ocurrido en la ciudad de Bogotá, un grupo de amigos se la dedicó en visita al hospital en el que estaba recluido. Falleció el 23 de febrero de 1975.
Fuente: http://www.colarte.com/colarte/conspintores.asp?idartista=13203

Pachito Eché - Alex Tovar y su Orquesta Ritmo del Hotel Granada canta Jorge Noriega

martes, 12 de marzo de 2019

viernes, 8 de marzo de 2019

jueves, 7 de marzo de 2019

miércoles, 6 de marzo de 2019

Alicia adorada - Juancho Polo Valencia

Juancho Polo Valencia

Juan Manuel Polo Cervantes, más conocido en el mundo musical como "Juancho Polo", autor de Alicia Adorada, una de las piezas clásicas de la música vallenata, nació el 18 de septiembre de 1918 en el corregimiento de Candelaria, municipio de Cerro de San Antonio, en el departamento del Magdalena.

Cuando tenía seis meses de nacido fue llevado a Flores de María, escenario de la tragedia lírica que dio origen a su célebre composición.

Leía poesía, especialmente a Guillermo León Valencia, considerado por los críticos como un poeta menor. Fue así como Polo tomó el apellido de este autor para su nombre musical: "Juancho Polo Valencia".

En una entrevista radial, el maestro Alejo Durán comentaba: "Yo conocí a Alicia en el año 42, y me gustaba porque era un lamento. Yo me hallaba con Juancho Polo y le decía 'Juancho, tócame a Alicia'; me la tocaba y a él se le aguaban los ojos cuando lo hacía; se veía que sentía aquello". La mencionada entrevista fue concedida a Marina Quintero Quintero, catedrática de la Universidad de Antioquia, amante del vallenato y directora del programa Una voz y un acordeón de la emisora cultural de la Universidad de Antioquia. Esta canción se podría considerar el tema vallenato del siglo, pues aun se escucha en las emisoras, en una fiesta, en cualquier rincón del país y es bien acogida. Además, marcó historia en el género, de tal manera que será difícil que lo igualen en su forma de interpretarlo.

Arminio Mestra Osorio escribió sobre este juglar: "Hace rato se nos fue Juancho Polo, pobre, olvidado, esperando en lo más infinito a que los nuevos acordeoneros e intérpretes no se olviden de sus magistrales composiciones. Muy cierta es su sentencia, cuando afirma: 'Como Dios en la tierra no tiene amigo, como no tiene amigo, anda en el aire, tanto le pido y le pido, ay hombe! siempre me manda mis males'"

Esta primera estrofa de Alicia adorada es inmensa y recoge una verdadera interpretación del mundo; demuestra lo mucho que Juancho Polo tenía de creador, lo mucho que sintió, la desesperación y la angustia por la pérdida de su compañera. Siempre la recordó en todas sus parrandas, porque se volvió bohemio y falleció con su canto parrandero y lleno de dolor: Se murió mi compañera, que tristeza/ se murió mi compañera qué dolor/ y solamente a Valencia, ay hombe, el guayabo le dejó. En 1968, cuando Alejo Durán ganó el Festival Vallenato, se interesó más por esta obra musical. Polo Cervantes nunca se imaginó que Alicia adorada sería un éxito cuando se la interpretó en Barranquilla a Jaime Cabrera, y mucho menos, que Alejo arreglara el lamento más exitoso y grandioso de la música de acordeón, por esa nota clara y por la expresión lingüistíca "ay hombe".

Alicia Cantillo fue la mujer que inspiró a Juan Manuel Polo Cervantes para componer una de las canciones más bellas y exitosas que ha tenido el vallenato. Alicia murió solita, en estado de embarazo, mientras el compositor e intérprete cantaba en una provincia distinta. Cuando regresó a su hogar la encontró muerta a causa de un ataque de epilepsia. En el cementerio de Flores de María, pueblo donde vivían, se escuchó por primera vez el famoso lamento Alicia adorada, compuesta por Polo Cervantes.
Fuente: Vallenato: cultura y sentimiento

Le han realizado diversas versiones y distintas voces la han interpretado, aquí le presento a Alicia adorada en la voz de su famoso compositor.

Alicia adorada - Juancho Polo Valencia

En el siguiente video se cuenta la historia de Alicia adorada, gracias a la Fundación Ernesto McCausland por subirlo.