La Música Tropical: Patrimonio cultural intangible de la humanidad


La Música Tropical: Nuestro Patrimonio Músico-Cultural

miércoles, 26 de abril de 2017

Carterita de Naylon - Alfonso Piña y su Orquesta

Desde el río hasta la loma, este gran éxito sonidero sonó nuy fuerte en la ciudad de Monterrey. Un verdadero clásico, disfrútelo.

Carterita de Naylon - Alfonso Piña y su Orquesta

lunes, 24 de abril de 2017

Perdona mi franqueza - Los Corraleros de Majagual

Un bolero que escuchaba en mi adolescencia y que a la postre es uno de los grandes éxitos de la música tropical colombiana, es éste, de Chico Cervantes, grabado por Los Corraleros de Majagual en 1968 y con las voces de Eliseo Herrera y del propio Chico Cervantes en su interpretación.

Las reminiscencias de esta grata época de mi vida están asociadas con este tipo de música en particular (con sabor corralero) y hoy me basta con sólo cerrar los ojos para transportarme en el tiempo y disfrutar la sencillez de su ritmo. Espero que también usted lo disfrute.

Perdona mi franqueza - Los Corraleros de Majagual

miércoles, 5 de abril de 2017

Tres lindas cubanas (Linda cubana) - Antonio María Romeu

Legítima gloria de Cuba
Antonio María Romeu
1876 - 1955

Es Antonio María Romeu una legítima gloria de Cuba, y su sensible fallecimiento en el año 1955 produjo una pérdida irreparable para la música cubana, aunque sus obras y su nombre han perdurado muy vigentes hasta nuestros días.

Antonio María Romeu nació en Jibacoa el 11 de septiembre de 1876. Sus primeros estudios los realiza con el maestro Joaquín Martínez en su pueblo natal, los que abandona al producirse la guerra en los campos de Cuba, que dio origen a la independencia cubana.

Fecundo compositor, llegó a escribir cerca de 1500 danzones, y aunque muchos son desconocidos en la actualidad, de esta producción salieron obras inmortales como "Tres lindas cubanas", "Ay... que me vengo cayendo", "La chambelona", "El barbero de Sevilla", "La flauta mágica", "El ferrocarril central", y decenas de otros danzones que, aún hoy, siguen gozando de la preferencia del público.

A los 12 años, Romeu dio a conocer una mazurca, y poco tiempo después se trasladó para La Habana. Pronto es contratado por el Café "La Diana", que estaba situado en las calles de Reina y Aguila, donde debuta el 22 de enero de 1899. El nombre de Antonio María Romeu comienza de inmediato a expanderse, con el comentario de los parroquianos que decían: "Hay un bizco en La Diana que es un mago en las teclas interpretando danzones". Su primera actuación con orquesta lo fue con La Charanga del Maestro Leopoldo Cervantes, donde tocó el piano. Esta orquesta conocida en aquella época como "Orquesta Francesa", estaba formada por violín, flauta, contrabajo, timbal y güiro. De ahí nació la orquesta típica de danzones hoy en día conocida mundialmente. Revisando los datos de este insigne maestro nos encontramos que Romeu solamente componía danzones; a diferencia de otros compositores, él le dedicó toda su alma a este género musical que lo obsesionaba. Romeu fue artista de la etiqueta Víctor. Sus grabaciones de danzones obtuvieron medallas de oro en Sevilla y Philadelphia.

Hubo una época, cuenta Romeu, que el danzón era repelente para el público, no gustaba, porque era muy cansón. Romeu fue contratado para tocar un danzón a las 12 de la noche en un Club. En cuanto comenzó con los primeros compases el público se fue alejando del salón y se concentró en el buffet. Sorprendido, inquirió de los amigos qué pasaba y fue informado que esa era la única forma de llevar al público fuera del salón de baile, pues el danzón no encajaba en el gusto del bailador. Romeu comenzó entonces a escribir danzones con la música del son, para que el público pudiera cantar, y poco a poco este género fue adquiriendo adeptos. No hay duda, decía Romeu a sus amigos "lo salvamos, más que del olvido, del desprecio".

El solo de piano en el danzón surgió en forma improvisada. Él se había comprometido con el Club Unión Fraternal de estrenar un nuevo danzón en sus salones, y llegado el día aún no había hecho ni un compás. Comenzó el baile, y en los intermedios aprovechaba para ir escribiendo la primera y la segunda parte. "Le indiqué a los músicos que terminada la primera parte pararan, y entonces yo comenzaría un intermedio de solo de piano". Esta novedad reunió a todos los bailadores junto al piano. Desde esa fecha el danzón tuvo su solo de piano.

El danzón que estrenara esa noche, "Tres lindas cubanas (Linda cubana)", fue uno de los que más renombre dio a Antonio María Romeu.
Fuente: por Raoul Aguilar, en la portada trasera del disco Antonio María Romeu - Tres lindas cubanas.

Tres lindas cubanas (Linda cubana) - Antonio María Romeu