La Música Tropical: Patrimonio cultural intangible de la humanidad


La Música Tropical: Nuestro Patrimonio Músico-Cultural

miércoles, 26 de julio de 2017

Navidad negra / La cumbia de las flores - Juancho Vargas y su Orquesta

 
Juancho Vargas

Es pianista, director de orquesta, arreglista y compositor barranquillero, que a lo largo de su vida artística se ha caracterizado por liderar interesantes proyectos, recreando temas clásicos de la música tropical colombiana en diferentes formatos orquestales, como la Big Band de Medellín, creada en 1988 para presentar temporadas de jazz en el Teatro Metropolitano. Finalmente, en 1999 grabó, esa agrupación, un disco de latin jazz con clásicos de la música popular colombiana.

Juan Roberto Vargas Schoonewolff

Nació en el barrio San Roque de Barranquilla, el 11 de noviembre de 1934. Estudió primaria y bachillerato en el Colegio Salesiano de San Roque. Su formación musical la inició en el Conservatorio de Música de la Escuela de Bellas Artes, que dirigía el maestro Pedro Biava. En 1955 se trasladó a Medellín, donde trabajó inicialmente con Lucho Bermúdez, y más tarde dirigió la famosa Orquesta Sonolux.

Durante la década de los sesenta, estuvo con Codiscos y Discos Fuentes como director artístico. Entre 1971 y 1975 residió en los Estados Unidos; de regreso al país, se convirtió en productor independiente. La meritoria trayectoria artística de Juancho Vargas presenta alrededor de 2000 grabaciones con las más importantes casas discográficas colombianas.

El maestro Juancho Vargas es un auténtico pionero del movimiento jazzístico colombiano. Basta recordar sus propuestas en los comienzos de la década del sesenta con la Colombian Brass, y años más tarde con el álbum Cumbias Espaciales, que sirvió de inspiración a Francisco Zumaqué para su exitosa macumbia.


El Colombian Brass se hizo en laépoca en que yo era director artístico de Sonolux; allí estuve diez años, nos llegó la propuesta de la Tijuana Brass de Herb Alpert y se me ocurrió hacer lo mismo con la música colombiana. No era nada especial. Se trataba de aplicar la parte jazzística y cambiar las figuras, y fue así como grabamos el LP de la Colombian Brass con un repertorio que incluyó: La banda borracha, Prende la vela, Cumbia cienaguera, La pollera colorá y otros clásicos colombianos [...]


Las Cumbias Espaciales, ese fue un proyecto que se hizo en 1965 para la RCA Víctor. La idea era difundir la cumbia, tomé temas internacionales latinoamericanos, como La cumparsita, La flor de la canela, Cielito lindo, y los convertí en cumbias. También incluí una cumbia mía en combinación con un número de Lucho Bermúdez. El nombre de Cumbias Espaciales fue algo que inventamos por los arreglos estratosféricos. Tenían una cantidad efectos que hoy se logran con los sintetizadores y aparatos electrónicos, y que en aquella ocasión se hicieron con los metales acústicos.
Fuente: Rafael Bassi Labarrera, La presencia del jazz en la música del caribe colombiano.

Los videos a nuestro servicio... conociendo al maestro Juancho Vargas

Promocional de documental sobre el maestro de la música Juancho Vargas.


El maestro Juancho Vargas nos habla sobre su historia musical.
 
Habla La Experiencia musical del maestro Juancho Vargas.
 
Las melodías e historia de Juancho Vargas 
 
Juancho Vargas.
 
Navidad negra / La cumbia de las flores - Juancho Vargas y su Orquesta

viernes, 21 de julio de 2017

Rafael de Paz

  Rafael de Paz
(1903 - 1983)

Rafael de Paz González nació el 28 de Noviembre de 1903 en el Poblado de Tuxla Gutiérrez, Chiapas.

Procedente de una familia pobre, y debido a la necesidad, llegó a la ciudad México y comenzó a trabajar como integrante de la "Marimba Guatemalteca de los Hermanos Barrios", pero al mismo tiempo gracias a un amigo de su querido padre se matricula en el conservatorio de música, donde logra con el tiempo el conocimiento técnico y teórico de la música.

Después de estar viajando por el territorio azteca con la agrupación de marimba, en 1929 se incorpora a la "Orquesta Típica Torreblanca", trabajando en el cine silencioso, posteriormente seguía con la marimba clásica, pero al finalizar la era del cine silencioso surgió una grave crisis para los músicos de ese sector y tiene la suerte de ser recomendado para actuar con su marimba en la emisora XEB y alternar con la "Marimba Lira de San Cristóbal", ya que era una competencia radial de importancia por medio de la radio.

Por mediación del compositor y músico puertorriqueño Rafael Hernández, que en aquellos años residía en México, recomendó a Rafael de Paz para hacer los arreglos y dirigir la orquestación musical de las afamadas películas, "Aguila o sol" con Manuel Medel y Mario Moreno Cantiflas, y "El gendarme esconocido", y una estela muy extensiva de cinematografía de la época de oro del cine mexicano.

Participó por varios años como subdirector, al lado de Mariano Rivera Conde, de la compañía Discográfica R.C.A. Víctor haciendo fabulosos arreglos, donde hizo notables figuras del canto, entre ellos María Victoria, Fernando Fernández, Benny Moré, Aurelio "Yeyo" Estrada, las Hermanas Navarro, María Luisa Landín, Pedro Vargas, y Luis Carlos Meyer, entre otros muchos más, y fue el primero en apoyar al autor Armando Manzanero.

De su ingenio como autor escribió un extensivo catálago, en el ámbito popular, y realizó muchas obras de género clásico, las cuales eran programadas en la radio de la Organización de los Estados Americanos (OEA) la cual lleva el nombre "La Voz de las Américas", que fueron trabajos clásicos y partes de programas de grandes solistas de conciertos.

En aquel afamado movimiento musical de los años 40 y 50, el maestro de Paz, debido a su creatividad musical, realizaba para los temas unos arreglos donde la introducción resaltaba, ya que adornaba plenamente la identificación de la obra, tomando el camino del éxito, tales como, "Callejera", "Hipócrita", "El plebeyo", "Quiero cantar", "Soy feliz", "Tengo ganas de llorar", "Hay que saber perder", “Amor perdido", y muchas más.

El 27 de Noviembre de 1981 en la ciudad de México le fue otorgado el trofeo "La Lira de Oro" de manos del presidente del Sindicato Unico de Trabajadotes de la Música (SUTM), el Señor Venus Rey, al arreglistá, músico y compositor Rafael de Paz por su labor artística, su conducta y sus valores humanos, y por colocar en alto el arte musical tanto en México como en el extranjero.

El 19 de febrero de 1983, después de varias complicaciones en su estado de salud, falleció el maestro Rafael de Paz González. Sus restos fueron selpultados en el Lote de Compositores del Cementerio Jardín en la ciudad de México y, a pesar de lo grande que fue y las bellezas musicales que nos dejó, en su sepelio se notó la ausencia del medio artístico y pueblo en general. Pero su huella musical queda grabada en miles de produciones que han viajado a nivel Universal. Descanse en paz quien dedicó casi toda su vida al pentagrama musical.
Fuente: http://elbohemionews.com/premios-la-lira-de-oro/



Rafael de Paz y la Música Tropical Colombiana

En el libro Historia social de las músicas latinoamericanas, una visión desde México, el investigador colombiano Alberto Burgos Herrera escribe en el capítulo Cumbia colombiana:

"De Cuba, el maestro Lucho Bermúdez pasó a Ciudad de México, donde fue recibido con honores por un gran músico natural de Tuxtla, estado de Chiapas, llamado Rafael de Paz; un músico que quiso mucho nuestra canción bailable colombiana, un músico que amó nuestras melodías negras del Caribe colombiano; y Rafael de Paz,que era director artístico de la disquera RCA Víctor Mexicana, que era compositor e instrumentador, puso al servicio de Lucho Bermúdez veinte músicos de primera categoría, y con ellos el director colombiano grabó melodías nuestras como la cumbia Danza negra, el porro Me duele aquí, el porro Salsipuedes, el mapalé Prende la vela, el porro Marbella, el porro Borrachera, el porro Linda caleñita, la cumbia Mi cumbia, el porro Plinio Guzmán y el porro E o no e, todos de la autoría de quien dirigía la orquesta... y nuestros porros y nuestras cumbias, ahí si retumbaron en todo el continente, y toda América por fin se dio cuenta de que la cumbia y el porro existían.

Sin embargo ahí no paró la ayuda que el maestro Rafael de Paz dio a nuestra música colombiana, a nuestra bella música costeña y sobre todo al porro y a la cumbia. El maestro Rafael de Paz posteriormente acogió a un espectacular cantante colombiano oriundo de Barranquilla, en la costa Caribe, llamado Luis Mateo Meyer Castandet, pero conocido como Luis Carlos Meyer. Este vocalista no había podido triunfar en Colombia y había sido menospreciado en Bogotá, Medellín y hasta en su propia tierra; pero el maestro Rafael de Paz creyó firmemente en él y otra vez organizó la gran orquesta con su nombre, y veinte músicos de primerísima categoría acompañaron al que después llamarían “El rey del porro”; y con Luis Carlos Meyer cantando y en la batuta el maestro de Chiapas, México, grabaron cumbias y porros que todavía recuerdan las personas mayores del continente: Mañanita, porro de Ramón Ropaín; La historia, porro de Rafael Escalona; La puerca, porro de Gustavo Rada; Entre palmeras, porro de Rafael Campo Miranda; La mano descompuesta, porro de Luis Carlos Meyer; Cumbia cienaguera, cumbia de Andrés Paz Barros; Micaela, porro de Luis Carlos Meyer; El gallo tuerto, porro de José Barros, Danza negra, cumbia de Lucho Bermúdez, Vallenata, paseo de Luis Carlos Meyer; El hijo de mi mujer, porro de Luis Carlos Meyer y Caprichito, porro de Lucho Bermúdez, entre otros.

En ese mismo periodo de tiempo el maestro Rafael de Paz acompañó con su orquesta a la cantante colombiana Sidney Pernett, conocida continentalmente como Carmencita Pernett y todavía residente en Ciudad de México; con ella grabó melodías nuestras como Callate corazón, de A. Fernández; Ven ven, porro de Pacho Galán; Sebastián rompete el cuero, de Daniel Lemaitre; 039, paseo de Alejo Durán; Cosita linda, merecumbé de Pacho Galán; Mi gallo tuerto, porro de José Barros y Tus besos, de Pacho Galán, entre otras. A Carmencita se le llamó“La reina del trópico” y también grabó con la Orquesta de Dámaso Pérez Prado.

Y para complementar la jugada, el querido maestro Rafael de Paz y su orquesta grabaron con Tony Camargo (Antonio Camargo Carrasco), cantante natural de Guadalajara, México, melodías colombianas como La llorona loca, porro de José Barros; Mi cafetal, porro de Crescencio Salcedo y el éxito mundial El año viejo, también de la autoría de Salcedo; y así, lentamente y con la colaboración de maestros como Eugenio Nóbile, Eduardo Armani y Rafael de Paz, nuestros porros y nuestras cumbias fueron conocidos en el continente y en nuestras ciudades blancas del interior del país. El año viejo es un porro que suena en toda América al final de todos los años y el propio Tony Camargo cuenta como en esa época en su casa de Mérida, Yucatán, recibe infinidad de llamadas telefónicas de muchos países felicitándolo por su interpretación. En Colombia, donde ese porro tenía versiones anteriores, pensamos que se hizo grande por la interpretación de Camargo, pero más grande por el arreglo del maestro Rafael de Paz."

Ejemplos musicales

Título: Danza negra. Cumbia colombiana de Lucho Bermúdez interpretada por la Orquesta de Rafael de Paz con la voz colombiana de Matilde Díaz.

Título: Micaela. Porro de Luis Carlos Meyer cantado por el propio Meyer con la orquesta del director mexicano Rafael de Paz.

Título: 039. Paseo de Alejo Durán, interpretado por Carmencita Pernett con la orquesta del director mexicano Rafael de Paz.

Título: El año viejo, porro de Crescencio Salcedo interpretado por Tony Camargo con la orquesta del director mexicano Rafael de Paz.

miércoles, 12 de julio de 2017

El Callejón - Sonia López


Sonia López

Conocida en el mundo de la música como “La Chamaca de Oro” y cuyo verdadero nombre es Asminda Sonia López Valdéz, nació el 11 de enero de 1946 en el Distrito Federal de México.

Inicios en la Música

El encargado de descubrir el talento latiente de Sonia fue el director de la Sonora Santanera Carlos Colorado Vera. Él la vio cantar en el Té Danzante del Teatro Alameda. Para aquel entonces, Asmindia era solo una estudiante de secundaria del colegio inglés “Elizabeth Block”.

Tenía 15 años cuando canta acompañada del Mariachi Vargas de Tecalitlán y es observada por Coronado y Silvestre, quienes pertenecían a La Sonora Santanera. Quien le coloca el apodo de “La Chamaca de Oro” es el locutor de Radio Centro, Ramón Alfredo Moreno.

Trayectoria y Legado

Sus primeros pasos como cantante profesional aparecen cuando es elegida para ser la vocalista de “La Sonora Santanera” en 1961. Esto debido a que la agrupación buscaba a una figura femenina para que formase parte del grupo. Incluso, fue recomendada por el director artístico de la compañía Columbia, que actualmente es Sony, para que grabara con el conjunto.


A sus 17 años, grabó el álbum titulado “Azul”, que fue todo un éxito y le permite percibir la fama rápidamente. Para la época, todas las canciones tuvieron una popularidad muy grande. Temas como “El Nido”, “Lo que más quisiera”, “Pena Negra”, “Por un puñado de oro”, “El Ladrón” y muchos temas más que sonaron en todos los rincones mexicanos.

Con esta agrupación viajó a Venezuela, El Salvador, Costa Rica, Puerto Rico, Estados Unidos y participó en muchísimos programas de radio.

Otra de las peculiaridades de su salto al estrellato, estuvo en la necesidad de que sus padres firmaran un permiso para que pudiese estar en las presentaciones, ya que Sonia era menor de edad y en México la mayoría de edad reglamentaria era de 21 años.

Posterior a esto, Asmindia emprendió su carrera como solista con su propio conjunto tropical; posicionando en los primeros lugares, boleros como “Enemigo”, “Castigo”, “No me quieras tanto”, entre otros.


Además de cantar con la Sonora Santanera, también realizó grabaciones con el trío Los 3 Ases. Sonia López es una artista representativa de la música tropical en México y ha sido una inspiración para muchas artistas de la música tropical de ese país.

En 1965, salió a relucir la producción discográfica llamada “Música del recuerdo”, que estuvo conformada con tonadas del recuerdo donde destacaron instrumentos que no utilizó en canciones anteriores, tales como “Venganza”, “Como fue”, “Dime”, “Amor perdido”, “Sabor de engaño”, “Pensando en ti” y “Perdido”.

Sonia siempre estuvo dispuesta a probar nuevos horizontes y, a finales de esa década, probó con algunas baladas que fueron bastante aceptadas por sus admiradores.

Parte de la discografía de Asmindia López fue “Dancing in a tropical mood”, “Boleros”, “La chamaca de oro”, “Enemigos”, “Un río crecido”, “Tesoros de colección” y otros discos más.

Desde entonces, Sonia López es y será por siempre La Chamaca de Oro, la mujer que sin lugar a dudas fue un parteaguas de la música tropical femenina.
Fuente: buenamusica.com


El Callejón - Sonia López

miércoles, 5 de julio de 2017

Cumbia Cartagenera - Roy Rodríguez y su Conjunto

 
Roy Rodríguez

Más conocido en México como Roy Rodríguez, Rodrigo Rafael Rodríguez Lora es el ganador del Grammy Latino 2012 en el género cumbia vallenato junto con Juan Piña con el álbum “Juan Piña le canta a San Jacinto".

Nacido en San Jacinto, Bolívar, considerada la cuna de la cumbia, Rodrigo aprendió la profesión del acordeón al lado de grandes maestros como lo fueron Ramón Vargas y Andrés Landero. Ha logrado grabar al lado de grandes cantantes como Álvaro Carrasco, Jairo Gil, Miguel Cabrera, Wilfrido Ascendra, Adolfo Pacheco, Eddy Gutiérrez, Manuel "Mañe" Bustillo, Carlos Castellón, Nacho Paredes, Oswaldo Olivera, y Juan Piña, entre muchos otros. En 1980 compuso, tocó el acordeón y cantó “Virgen de Guadalupe” el himno obligado de cada 12 de diciembre en México.

Roy Rodríguez tiene en su haber más de 50 producciones en donde ha realizado su aporte musical polifacéticamente. En su producción “Juan Piña le canta a San Jacinto” que lo hizo acreedor al Grammy Latino participó como acordeonero, compositor, productor fonográfico y productor general.

Actualmente maneja un concepto musical creado por el mismo llamado Acorbanda de Colombia, explica que nace porque “soy un apasionado por los aires sabaneros entre ellos el porro, la cumbia, el paseaíto, el chandé, la tamborera, el pasebol, y por ello decidí fusionar el acordeón con el formato de banda y le agregué el bajo electrónico, guitarras, piano, y ya tenemos tres álbumes en nuestro haber”.
Fuente: portalvallenato.net

Cumbia Cartagenera - Roy Rodríguez y su Conjunto

lunes, 3 de julio de 2017

Martha Cecilia - Alejandro Bernal

Alejandro Bernal
(1934 - 2010)

Nació en la Ceja del Tambo, en Antioquia, Colombia, el 13 de julio de 1934. Fue el séptimo hijo del matrimonio del Maestro Samuel Bernal y María Cleofe González. Fue bautizado con el nombre de Alejandrino, y hasta la edad adulta se le conoció entre su familia como "Nino".

Su contacto con la música fue desde su nacimiento, toda vez que su padre era el organista titular de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen, y su hermano Manuel José, mayor que él 10 años, era ya músico reemplazante de su papá en algunos servicios religiosos, en los que interpretaba tanto el armonio, como el órgano tubular. Ambos Maestros fueron sus primeros formadores musicales.

Nino en ocasiones les narraba a sus hijos las penurias familiares de sus primeros años, debido a las dificultades económicas existentes en el hogar, a tal punto que algún día dijo “cuando éramos niños comíamos carne una vez cada semana, cuando mi papá nos llamaba, cada día a un hijo diferente, y nos daba de la carne que a él le servían”.

Dentro de sus recuerdos musicales infantiles contaba con gran alegría acerca de las novenas a la Virgen Inmaculada, y las de Navidad, que acompañaba en “Los Anselmitos” (Vereda Las Lomitas de La ceja), en ocasiones con don Antonio García interpretando la flauta y don Antonio Bedoya interpretando el violín –músicos que también hicieron lo propio durante muchas festividades religiosas, acompañando en esa época a don Samuel Bernal y al joven Manuel José-.

Teniendo 12 años visitó con su padre al entonces corista de la iglesia Nuestra Señora del Carmen de Abejorral, su hermano Manuel José. Allí presenció un acto que por su hermosura e importancia familiar recordó durante toda la vida vio y escuchó a cinco bandas municipales interpretando al unísono, durante una alborada, Amanecer, la obra insigne de quien para entonces ya empezaba a ser reconocido como un músico importante en Antioquia, el Maestro Samuel Bernal.  

También recordaba que la primera vez que vino a Medellín, acompañó a su papá a comprar papel pautado al almacén de Los Vieco, y allí conoció al Maestro Carlos Vieco, y también conoció un piano. Ante la curiosidad del menor –de 11 años- con el instrumento, el Maestro Vieco le pidió que tocara alguna obra. Nino fue aplaudido por el Maestro Vieco, al terminar de interpretar el pasillo Patas d´ hilo.          

Nino a los 14 años era un estudiante sobresaliente del Colegio de San José de La Ceja, regentado por los Hermanos Cristianos, donde en 1948 se encontraba repitiendo segundo de bachillerato, porque a pesar de haberlo ganado con muy buenas calificaciones, no habiendo más años que cursar, su padre había tomado la decisión de evitarle la vagancia enviándolo de nuevo a este curso.

Contaba que una mañana de domingo de marzo de 1948, mientras vendía el Obrero Católico, escondiéndolo debajo de la ruana, porque le avergonzaba que lo vieran las muchachas realizando este oficio, lo observó Manuel J. desde el atrio de la iglesia de La Ceja, y le preguntó, cuánto valía cada periódico, y qué año estaba estudiando.

Cada periódico costaba un centavo. Fue entonces cuando Manuel J. le dio el dinero, y le ordenó que fuera a botarlos, y no le contara nada a su papá. Nino también le contó que estaba repitiendo segundo de bachillerato, porque no había más años que estudiar en La Ceja. Manuel J. le pidió que tuviera listo un ajuar para la semana siguiente, que él se lo llevaría a estudiar al Colegio de San José en Medellín. Esta anécdota fue el principio de una gran amistad que surgió entre los dos hermanos y que perduró hasta el final de sus días.

Llegado al Colegio de San José, tuvo Nino la oportunidad de demostrar el talento que existía en sus manos, cuando, llamado por la sonoridad de un piano, observó desde la puerta de un salón a un Hermano Cristiano francés, que sufría las repeticiones de los errores de su alumno, y quien en medio del desespero increpó al tímido estudiante cejeño cuestionándole qué hacía ahí parado. Nino ante la incredulidad del profesor y del alumno respondió que él sabía tocar la Marsellesa.

El Hermano Cristiano pasó del infierno al cielo, y Nino se convirtió en la figura artística del Colegio de San José. Tanto así que de ahí en adelante fue su músico de cabecera a nivel escolar.  Esta ventaja le permitió solicitar permisos que generalmente no se le daban a los estudiantes internos, y que lo llevaron a conocer los más importantes artistas mundiales que visitaban a Medellín, y a vivir de la mano de su hermano mayor los ensayos de los excelentes músicos que componían la orquesta de la Voz de Antioquia, dirigida en ese entonces por el Maestro José María Tena.

A la muerte del Maestro Tena, el Maestro Manuel J. Bernal lo reemplazó como director de la orquesta de la Voz de Antioquia, lo cual le brindó a Nino la oportunidad de alternar como pianista con figuras de renombre internacional que visitaban la ciudad, hecho que lo animó a profundizar sus estudios interpretativos  del instrumento con la pianista italiana Ana María Penella.

En el Medellín de la década de los 50 reemplazó a su hermano, el Maestro Manuel J. Bernal, como organista de la iglesia El Calvario, y tuvo las primeras oportunidades de amenizar recepciones sociales en las cuales alternaba con su ilustre mecenas. Estudió durante dos años en la facultad de ingeniería electrónica de la UPB, pero en 1955 tomó la determinación de dedicarse por completo a la música.

En una ocasión en que iba a interpretar una melodía en directo, en la Voz de Antioquia, el maestro de ceremonias Rodrigo Correa Palacio, le preguntó el nombre del artista que debía anunciar, y Nino le respondió Alejandrino Bernal. Don Rodrigo fuera de micrófono le dijo que él no “anunciaba un artista con un nombre tan feo”, y decidió anunciar por cuenta propia al músico Alejandro Bernal, nombre artístico que de inmediato Nino adoptó.

Hasta 1963 el Maestro Alejandro Bernal se desempeñó como pianista auxiliar de la orquesta de la Voz de Antioquia, corista de la Iglesia El Calvario, y organista en diferentes centros culturales de Medellín, dentro de los que se destaca el Bar Las Américas, famoso tertuliadero de la ciudad de la eterna primavera, donde departieron y vivieron gratos momentos musicales los personajes más destacados de la sociedad, con música en vivo, interpretada en el órgano por el Maestro Alejandro Bernal.

De esa época y de la amistad con su coterráneo, el poeta Darío Ángel, surgieron las creaciones musicales Queja, Amparo y Al pie de tu reja, cuya letra es del poeta, y la música es de su autoría; y los pasillos instrumentales Linda, y Agridulce, que son un catálogo de elegancia melódica, técnica pianística y gusto armónico. Del mismo periodo es Flor cejeña, creación literaria del cantante de Los Zorzales Óscar Osorio, y musicalización del Maestro Alejandro Bernal.

Es durante ese lapso de tiempo que, en conjunción con las diferentes actividades como músico en la ciudad de Medellín, integra la orquesta de Los Hermanos Martelo, donde interpretaba los teclados, en especial el piano, y adquiere la destreza propia de los soneros que ejecutan los “tumbaos” armónicos de los aires musicales tropicales.

Durante toda su vida profesional hizo orgullosa alusión a su paso por esta agrupación caribeña por dos motivos principales: ser de los pocos “cachacos” que conformaban la orquesta; y tener la habilidad musical para haber hecho una transición destacada entre su formación musical inicial en la cual había mucho compás de tres por cuatro –valses clásicos, y bambucos colombianos- a los compases binarios de las cumbias y los porros. 

En 1963 viajó a Nueva York donde estudió armonía, y aprendió la técnica con la cual algunos organistas estadunidenses hacían “hablar” el órgano Hammond, novedoso espectáculo interpretativo que al regresar a Colombia, le era solicitado frecuentemente durante sus presentaciones, ya que era el único músico que lo realiza en Antioquia. Durante su estadía en los Estados Unidos de Norteamérica alternó como organista, en el restaurante español Puerta del Sol de Manhattan, con el Maestro Aníbal Ángel.

En 1964 regresó a Medellín, trayendo consigo un moderno órgano Hammond que le permitió trabajar como artista independiente e incursionar profesionalmente como organista, interpretando géneros tropicales, hecho que lo aproximó a las casas disqueras, que buscaban artistas que interpretaran los aires musicales del Caribe que estaban en furor en ese momento.

En 1965, tras la partida de su hermano el Maestro Manuel J. Bernal, a Bogotá, se convierte en el director de la Orquesta de las Estrellas de RCN, y en el corista de la Iglesia Santa Teresita, y a su vez se cotizaba en el mercado disquero nacional, con discos de larga duración como “Órgano y ritmo” de Discos Fuentes. Este éxito musical lo catapultó y le permitió integrar el elenco artístico que amenizó el Reinado Nacional de la Belleza, en Cartagena, alternado con los cantantes Jairo Villa, y Harold Orozco. En este año contrajo matrimonio con la señorita María Sonia Rodríguez Molina. De su unión nacieron Guillermo Alejandro, Carlos Mauricio, David Fernando y Luz María.  

Coltejer, una empresa textilera de renombre nacional, fundada en 1907, quiso celebrar sus 60 años con un acto que fuera grandioso, y dejara grata recordación. Por eso en 1967, el Maestro Alejandro Bernal fue contratado para dirigir el concierto conmemorativo, en el cual se interpretaron hermosas piezas colombianas, a las cuales el Maestro Bernal, por solicitud expresa de los contratantes, les debió realizar arreglos semisinfónicos, que permitieron crear un imaginario donde se podían escuchar obras consideradas joyas de la música colombiana, con modificaciones que se ajustaban a las características de algunos compositores clásicos, logrando con ello una mezcla que sin desvirtuar la composición original dejara percibir cómo hubiera sido interpretada si la hubieran creado músicos como Beethoven, Mozart, Schubert, Chopin, entre otros. El resultado fue tan bueno que, al finalizar la presentación, el Maestro León Cardona, se le acercó al joven director de orquesta, y lo felicitó por los extraordinarios arreglos, y la pulcra dirección orquestal. 

A principios de la década de los 70 es contactado para componer la música del himno del Atlético Nacional. Hasta mediados de la década de los 70 fue artista de las disqueras Codiscos y Sonolux, y laboró como artista independiente, amenizando reuniones sociales en las cuales en ocasiones también tocaba a dúo con el Maestro León Cardona, con el cual se presentaban en el Hotel Veracruz y en el Club Unión. Es en este periodo de su vida donde toma la determinación de tramitar el cambio jurídico de nombre, y recibe documentos legales que acreditan que su nombre es Alejandro Bernal González.     

En 1978 se celebraron en Medellín los XIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, donde tuvo el honor de representar a los artistas antioqueños e interpretar el órgano ante las delegaciones deportivas que desfilaron en el Estadio Atanasio Girardot durante la imponente ceremonia inaugural.

Es finalizando esta década cuando compone el pasillo Luz María, dedicado a su hija menor, y aunque el pasillo es instrumental, de esta obra en especial, solía mencionar con frecuencia el Maestro a nivel familiar que la segunda sección de la melodía lo podía convertir en un pasillo vocal y su letra era según su cantar

Mi linda niña                                  Mi linda niña    

Luz María                                       Luz María

Luz María                                       Luz María

Chupa dedo                                    Mi linda niña

Luz María                                       La luz

Chupa dedo                                    de mi corazón
Con el advenimiento de la venta masiva de órganos en Colombia, la casa fabricante estadunidense Órganos Thomas se instaló en Medellín, y como valor agregado  abrió una academia de órgano, contratando al Maestro Alejandro Bernal como su director en la ciudad. Comienza con esta actividad otra faceta muy importante de la vida musical del Maestro, quien también llega a trabajar como profesor de música por varios años en el Colegio Betlemitas de Medellín.

Después de una fructífera labor como profesor en la Academia musical de Órganos Thomas, durante la cual varios de sus alumnos salieron ganadores en los concursos que se realizaban en la televisión –en Animalandia-, toma la determinación de continuar su labor docente en su propia academia musical, llamándola Academia de órgano de Alejandro Bernal.

En su academia el Maestro Alejandro, autónomo plenamente para desarrollar su método de enseñanza, rompió el paradigma que habían tenido hasta ese momento las instituciones de educación musical, bajo el cual sólo se le debía enseñar música a quienes tuvieran aptitudes musicales, ignorando los deseos de los estudiantes, y supeditándolos a la aprobación de un examen de clasificación para poder determinar si eran elegibles o no para el aprendizaje.

Este cambio de concepto, significo una apertura para que toda persona que quisiera aprender a tocar un instrumento –en este caso los teclados- lo pudiera hacer, encontró eco en la República de Colombia, que tomó la tesis como ejemplo y la amplificó a nivel nacional, representando ésta una idea formativa novedosa que le mereció en 1982 el reconocimiento del Ministerio de Educación Nacional y la condecoración Francisco de Paula Santander, “como homenaje a los servidores más eminentes de la cultura nacional” .

Conjuntamente con su trabajo educativo, el Maestro Alejandro en 1983 realizó una presentación apoteósica en el Teatro Juan de Dios Aránzazu, de la Ceja del Tambo, donde en compañía de sus hermanos, los Maestros Manuel J., Suso, y Alberto, -Bernal González- deleitó a los asistentes, durante dos horas que fueron ínfimas ante la emoción del público, que alborozado pedía que continuaran tocando.

Con el paso de los años, y las severas dificultades de salud que padeció, producto del asma alérgica, y la diabetes, fue disminuyendo sus apariciones públicas, dedicándose casi por completo a la enseñanza de la interpretación de los teclados y a la grabación casera de la música que alguna vez compuso y/o interpretó.

El 26 de agosto de 1992 la Secretaría de Educación y Cultura del Departamento de Antioquia le informó que su obra “Linda” ha sido “ganadora” del primer premio en el II Concurso de composición “Carlos Vieco Ortiz. El jurado opina de su obra Pasillo de corte moderno en la primera parte, con buena estructura armónica. La segunda parte y la tercera son un poco más comunes, pero sin caer en la monotonía; la escritura es perfecta y está de acuerdo con la grabación.

En el año 2005 toma la determinación de no trabajar más en la música, debido a sus severos quebrantos de salud; es en ese momento cuando su amigo el tenor Víctor Hugo Ayala le pide el favor de que le grabe las pistas de las obras que ha cantado con maestría en tantos rincones del mundo y que con tanto acierto interpretativo le acompañaba el Maestro Alejandro en Medellín.

Por medio de la Resolución 009 de 2006, la Honorable Asamblea de Antioquia, le confirió la Orden al Merito Cívico y empresarial Mariscal Jorge Robledo, Grado Oro al Maestro Alejandro Bernal González, por sus valiosos aportes y esfuerzos realizados en bien de la formación y divulgación musical y sus aportes a la cultura en el Departamento, y determinó colocarlo como paradigma digno de imitar.

De igual forma en el mismo acto realizado en una hermosa ceremonia en el teatro Juan de Dios Aranzazu, del Municipio de La ceja, el Honorable Concejo Municipal de la Ceja del Tambo, por medio de la Resolución 004 de 2006, lo puso como ejemplo de probidad, de don de gentes, y de hombre de bien, imponiéndole el Escudo del Municipio.  Ésta se puede decir que fue la última aparición pública del Maestro Alejandro, a quien las enfermedades y la fatiga de su vida bohemia y musical, lo fueron menguando hasta llevarlo a la muerte en la ciudad de Medellín,  el 07 de agosto de 2010.

Sobre las composiciones del Maestro Alejandro Bernal, el Maestro León Cardona expresó “Sus composiciones desarrollaron ideas melódicas  atrevidas, producto de las inquietudes musicales de un compositor conocedor de las novedades contemporáneas, quien aplicándolas no afectó sus obras con extravagancias inaceptables, logrando composiciones de belleza auditiva, que superaron los estándares melódicos y armónicos del momento.”     

De su producción musical como compositor, arreglista e intérprete existen 7 discos, 1 casete, y 7 compactos con grabaciones realizadas en varias casas. Discos Fuentes Órgano y ritmo 2, Órgano y ritmo 4;  Coltejer 60 años; Oh qué delicia,  Ay que delicia, Excitante, Tangos en la noche; Grandes éxitos Alejandro Bernal G; La música es vida en la magia de Alejandro Bernal González y sus teclados volúmenes 1 al 7.
Fuente: Escrito por Guillermo Alejandro Bernal Rodríguez y publicado en La música de nuestros ancestros, 2014, ISBN 978-958-58771-0-8
http://medellin27denoviembre.blogspot.mx/2015/05/maestro-alejandro-bernal.html

Martha Cecilia - Alejandro Bernal