Afrosound
Desde el Perú y Bolivia, a principios de la década del 70, se generó un movimiento musical que causó furor uniendo la cumbia interpretada por guitarras con la sonoridad andina y que se convirtió en la principal motivación para que naciera Afrosound.
La danza de los mirlos: su primera producción musical en 1973.
Para ese entonces surgía como un gran éxito el tema La danza de los mirlos y con él se instauraba una nueva forma de mirar la música. Bajo estas circunstancias, don José María Fuentes vio la posibilidad comercial de crear un grupo que se hiciera vocero colombiano de esta nueva expresión musical, y para ello reunió a espléndidos músicos y creó Afrosound.
La primera grabación la realizaron: Mariano Sepúlveda en la guitarra, con el piano estuvo el finado Hernán Gutiérrez, en las congas Fernando Villegas; Rafael Benítez con los timbales, Jesús Villegas interpretando el bongó y Rafico Restrepo en el güiro. Se grabó un primer trabajo orquestal, con las animaciones de Wilson Manyoma «Saoco», bajo la dirección y los arreglos musicales de Julio Ernesto Estrada.
A pesar de la filosofía inicial con la cual se creó Afrosound, el grupo caminó con el calendario musical enfocado siempre con el gusto de su público, por lo cual interrumpió su tendencia instrumental para empezar a implementar voces líderes que le dieron grandes triunfos.
En la década del 70 ingresó Jaime Ley interpretando El eco y el carretero éxito que marcó una nueva etapa en la producción discográfica de Afrosound. Luego, en el 80, Juan Carlos Coronel, el cantante de Patacón pisao, debutó con el tema Salomé; le siguió May González, cantante que se impuso con la obra de Ramón Callejas, Esa pareja; Jorge Juan Mejía con La negra Tomasa, y otra de las voces que hizo historia en Afrosound fue Mónica Guzmán con Adiós, adiós corazón.
Afrosound se atrevió a experimentar nuevas formas de interpretación desde sus comienzos, como cuando grabó Caliventura, tema al que le insertó golpes de rock, con la fuerza de un sonido muy tropical y los sonidos electrónicos que generaron un gran impacto.
Y esto tiene mucho que ver con la tendencia que se estaba viviendo, pues los intrumentos tradicionales estaban siendo desplazados por la tecnología, lo cual permitía no perder la esencia del ritmo más sí agregarle un cierto aire exótico del agrado del público.
Afrosound como nombre describe su tendencia musical. Afro lo iguala al tambor y sound al sonido. Para sus creadores, don José María Fuentes, Fruko, Javier García y otros, les parecía importante que tuviera autenticidad con nuestra forma de mirar la música a pesar de sus raíces extranjeras.
Afrosound, todo un mundo musical para bailar y disfrutar es un concepto musical que ha sobrevivido a muy distintas épocas.
Desde el Perú y Bolivia, a principios de la década del 70, se generó un movimiento musical que causó furor uniendo la cumbia interpretada por guitarras con la sonoridad andina y que se convirtió en la principal motivación para que naciera Afrosound.
La danza de los mirlos: su primera producción musical en 1973.
Para ese entonces surgía como un gran éxito el tema La danza de los mirlos y con él se instauraba una nueva forma de mirar la música. Bajo estas circunstancias, don José María Fuentes vio la posibilidad comercial de crear un grupo que se hiciera vocero colombiano de esta nueva expresión musical, y para ello reunió a espléndidos músicos y creó Afrosound.
La primera grabación la realizaron: Mariano Sepúlveda en la guitarra, con el piano estuvo el finado Hernán Gutiérrez, en las congas Fernando Villegas; Rafael Benítez con los timbales, Jesús Villegas interpretando el bongó y Rafico Restrepo en el güiro. Se grabó un primer trabajo orquestal, con las animaciones de Wilson Manyoma «Saoco», bajo la dirección y los arreglos musicales de Julio Ernesto Estrada.
A pesar de la filosofía inicial con la cual se creó Afrosound, el grupo caminó con el calendario musical enfocado siempre con el gusto de su público, por lo cual interrumpió su tendencia instrumental para empezar a implementar voces líderes que le dieron grandes triunfos.
En la década del 70 ingresó Jaime Ley interpretando El eco y el carretero éxito que marcó una nueva etapa en la producción discográfica de Afrosound. Luego, en el 80, Juan Carlos Coronel, el cantante de Patacón pisao, debutó con el tema Salomé; le siguió May González, cantante que se impuso con la obra de Ramón Callejas, Esa pareja; Jorge Juan Mejía con La negra Tomasa, y otra de las voces que hizo historia en Afrosound fue Mónica Guzmán con Adiós, adiós corazón.
Afrosound se atrevió a experimentar nuevas formas de interpretación desde sus comienzos, como cuando grabó Caliventura, tema al que le insertó golpes de rock, con la fuerza de un sonido muy tropical y los sonidos electrónicos que generaron un gran impacto.
Y esto tiene mucho que ver con la tendencia que se estaba viviendo, pues los intrumentos tradicionales estaban siendo desplazados por la tecnología, lo cual permitía no perder la esencia del ritmo más sí agregarle un cierto aire exótico del agrado del público.
Afrosound como nombre describe su tendencia musical. Afro lo iguala al tambor y sound al sonido. Para sus creadores, don José María Fuentes, Fruko, Javier García y otros, les parecía importante que tuviera autenticidad con nuestra forma de mirar la música a pesar de sus raíces extranjeras.
Afrosound, todo un mundo musical para bailar y disfrutar es un concepto musical que ha sobrevivido a muy distintas épocas.
Fuente: Discos Fuentes
La danza de los mirlos - Afrosound
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