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martes, 6 de julio de 2021

Cumbia y ron - La Italian Jazz

Guillermo González

Compositor, arreglista y director de orquesta, Guillermo González Arenas nació en Manizales el 22 de septiembre de 1923.

Inició su carrera musical como director de la Banda Municipal de Filadelfia a los 17 años. Ingresó a la Banda Departamental de Caldas, donde llegó a ser Músico Mayor. En 1955 formó parte de la Orquesta Sinfónica y la Banda del Conservatorio de Manizales. Fundó y dirigió orquestas como Ritmo y Juventud, Italian Jazz y Superstar.

Se instaló en Medellín en los años 50 y fue arreglista de diversas casas disqueras de la ciudad y Director artístico de los sellos Sonomúsica y Sonolux.

El maestro Gonzáles interpretaba música con instrumentos como la trompeta, guitarra, bandola, tiple y algo de piano. Durante su carrera trabajó con artistas como Lucho Bermúdez, Libertad Lamarque, Garzón y Collazos, Los Visconti, Celia Cruz, Rolando La Serie, Rocío Dúrcal, Vicente Fernández, José Luis Perales, entre otros.

Compuso reconocidas canciones como “El muerto vivo” (No estaba muerto, estaba de parranda), interpretada por Rolando Laserie y cantantes españoles como Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina; “Juan Onofre” (Dónde están los pajaritos), “Cumbia y Ron” y “El Tiburón”, entre otras.

Guillermo González y la ciudad de Medellín

Durante una entrevista, el maestro recordaba: "Medellín era la meta a donde querían llegar todos los músicos, porque era la única ciudad de Colombia que tenía las cuatro o cinco casas disqueras más grandes. Era el núcleo". También recordaba que llegó desde Manizales el 27 de abril de 1957, pocos días antes de la caída del dictador Rojas Pinilla, para tocar con su banda de italianos en el Club Medellín durante cuatro meses efímeros. Pero se quedó nueve años como director de orquesta y el resto de su vida, como músico. Aquí compuso su éxito más grande: El muerto vivo. En Medellín, además, el maestro González se convirtió en arreglista consentido de muchas estrellas, como Daniel Santos, que vino desde Nueva York a buscarlo para que le hiciera un arreglo.

La Italian Jazz grabó su primer disco serio en los estudios de Ondina y luego de eso nadó en Fama.

¡Grande el maestro Gonzáles! Su terruño Manizales

Es una insignia nacional. En 2009, el Ministerio de Cultura de Colombia eligió a los 32 maestros de la música colombiana, uno por cada departamento, y Guillermo González fue elegido por Caldas.

Aunque cosechó todo su éxito en Medellín, y viajó por Centroamérica y el Caribe haciendo arreglos musicales para una constelación de artistas tropicales y románticos, iba a Manizales cada vez que podía. Era un manizaleño genuino, y buena parte de la música que compuso son alegorías a su tierra; al paisaje, a los colonos, al amanecer visto desde Villamaría, al Nevado del Ruiz, o pasodobles para la Feria. Aunque de su autoría no es la canción Feria de Manizales, como se estima por error; esa letra es de un homónimo, llamado Guillermo González Ospina, un poeta de Anserma. Pero suyo sí es el arreglo musical más conocido. "De esa música nunca hubo partituras. Lo que sucedió fue que el maestro hizo, de oído, un arreglo, que fue el que se popularizó".

Su trasegar de músico

"Los Diminutos Artistas, éramos dos mandolas, tiple y guitarra, pero todo en partitura. Yo les escribía todo". Eso, cuando apenas era un adolescente. Más tarde, al regresar de dos años en la academia militar, donde en efecto estuvo, se fue a Filadelfia, Caldas, como director musical de una banda. Dice: "Hicimos una bandita muy querida, los organicé, los puse a tocar cositas de música clásica, cositas conocidas, y bambucos. La gente era feliz escuchándonos". Después "Ritmo y Juventud, con un promedio de 20 años por músico". Con ella tocó por primera vez en Bogotá. Y finalmente, "El Conjunto Azul, pura música estilizada, romántica e italiana. Tocábamos 'cha cha cha, qué rico cha cha cha'".

El Conjunto Azul se transformó en Guillermo González y su Orquesta, que después se llamó, y así se quedó para siempre, La Italian Jazz. La integraban él más una legión de italianos exiliados de la Segunda Guerra Mundial. El primer concierto grande fue en Palmira. "Un amigo me contrató para una fiesta -recuerda- y cuando llegamos la ciudad estaba empapelada con carteles que decían 'Directamente desde Roma a Palmira, llega La Italian Jazz'. Y esos italianos en tremenda algarabía, felices, porque había una orquesta italiana en la ciudad y querían conocer a sus compatriotas. Entonces apenas llegamos al hotel le pregunto a mi amigo: 'Oíste, Jaime, ¿cuál es la orquesta italiana? Y me dice: ¡Pues la tuya! Guillermo González en Manizales puede ser muy querido, pero aquí en Palmira no lo conoce nadie'".

Pero ni Palmira ni Manizales, ni siquiera Bogotá, eran la meta. Medellín, para entonces, era el lugar a donde querían llegar los músicos. Era la ciudad que tenía las mayores casas disqueras. Así que de regreso en Caldas, González y sus italianos grabaron en Radio Manizales un acetato que por un lado tenía un tema de Pacho Galán, y por el reverso Arrivederci Roma. Con ese disco se fue al Club Medellín, donde estaban buscando una orquesta y logró un contrato por cuatro meses. "Allá me dijeron: cuatro meses y ni un día más. Y si no es la orquesta que suena en este disco, mañana mismo se me van. ¡Se me van, nada! ¡Duré nueve años!".

Contaba con 92 años de edad cuando falleció en la ciudad de Medellín el 17 de abril de 2016.
Fuentes:
https://www.elcolombiano.com/cultura/musica/muerte-del-compositor-guillermo-gonzalez-arenas-FA3983340
Revista Arcadia, septiembre 2015
Revista Arcadia, junio 2016

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